Javier Milei ha gastado 2,3 millones de dólares en sus viajes por el mundo como promotor del anarco capitalismo en foros conservadores o ante Gobiernos afines como Israel e Italia. El presidente argentino dejará este jueves y viernes de ser invitado ilustre para convertirse en anfitrión y estrella especial del III Encuentro Regional del Foro Madrid, Río de la Plata, que alberga a la ultraderecha iberoamericana. Milei vuelve a compartir escenarios con Santiago Abascal, el líder de VOX, y para estar a tono con esa complicidad ideológica volvió a criticar al jefe de Gobierno de España, Pedro Sánchez, pocos meses después del incidente diplomático bilateral. El mandatario argentino criticó la decisión de Sánchez de aumentar los impuestos destinados a «acotar privilegios desproporcionados que tienen y de la que se benefician ciertas élites de nuestro país». Milei no pudo contenerse y para subir la temperatura del encuentro soltó un arrebato retórico en X: «El socialismo es una enfermedad del alma aberrante. La combinación de profunda envidia, fatal arrogancia e ignorancia en temas de economía en la frase resulta espeluznante. D..S proteja a los españoles de este depredador de riqueza».
«Socialismo putrefacto»
Absacal aseguró que la cita en Buenos Aires permitirá «ampliar y consolidar la alianza por la libertad y hacer frente a la agenda criminal» de Foro de San Paulo y el Grupo de Puebla, dos instancias que reúnen al progresismo latinoamericano y que para el líder de VOX son «socios del PSOE y herramienta del socialismo putrefacto». Le tocará junto con su amigo argentino abrir el encuentro del que participan el chileno José Antonio Kast, el exministro de Exteriores de Jair Bolsonaro, Ernesto Araújo, e invitados de otros países de la región. El exCentro Cultural Kirchner, nombrado oficialmente Palacio Libertad, y donde actualmente se lleva a cabo una gran muestra del mundo Disney, se convertirá en el espacio donde los participantes definirán una acción conjunta que tiene en Venezuela el primer objetivo común, y por eso su conflicto interno será uno de los temas predominantes de esta cita que tanto entusiasma a los organizadores.
El Foro de Madrid ya tuvo sus ediciones latinoamericanas en Bogotá y en Lima. Pero la cita presente le permite a la ultraderecha levantar su voz con mayor elocuencia porque uno de los suyos maneja los hilos de Argentina.
«Cumplimos con uno de los objetivos de Foro Madrid: la reconquista de los espacios de Libertad en la región«, dijo en las vísperas Manuel Adorni, el portavoz de Milei. La información oficial de los organizadores del Foro recuerda que el presidente argentino es un «ejemplo» para el mundo porque ha puesto «freno a la corrupción» y, además, «ha acabado con la deificación de los aliados de las dictaduras castrocomunistas, como lo son Néstor y Cristina Kirchner».
Profeta global
Las crisis domésticas no suscitan el interés especial del jefe de Estado argentino. Horas antes de que comience la reunión se conoció que la pobreza alcanza con sus garras al 52% de la población. Los pensionados que el miércoles salieron a la calle a protestar fueron reprimidos con bastonazos y gas pimienta por la policía. Esos asuntos no desvelan a Milei, convencido de que su tarea es evangelizar al mundo, al punto de considerarse uno de los dos políticos «más relevantes» a nivel global. El otro es Donald Trump.
Los participantes de la reunión discutirán también sobre la importancia de estrechar lazos con sus homólogos europeos y de Estados Unidos en el marco de lo que han definido como una «guerra cultural contra la izquierda» en todos sus frentes. Se espera que el Foro Madrid haga una encendida defensa de Israel.
Milei ha sido un asiduo visitante de las reuniones de Vox en Madrid, incluso cuando su notoriedad pública era más acotada. Para un presidente que se considera tan importante como Trump el espacio iberoamericano constituye apenas una parte de su auditorio. Por eso, desde que llegó al Gobierno hizo acto de presencia en dos reuniones de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), la primera en Washington y en Camboriú, en el sur de Brasil, donde volvió a abrazarse con Bolsonaro, en abierto desafío a su colega Luiz Inacio Lula da Silva.