Héctor Cabrera no pudo revalidar el podio paralímpico que consiguió en Tokio y este jueves, es el Stade de France, se quedó a las puertas de la medalla. Fue cuarto, pero se puede marchar con la cabeza alta y orgulloso de su concurso en el lanzamiento de jabalina. Había llegado a París casi in extremis, después de un ciclo paralímpico complicado, con una intervención de rodilla por el medio y sin haber lanzado todavía este año por encima de los 60 metros. De hecho, la gran referencia era la del Mundial de Kobe, donde se había quedado en 56,58 metros. El lanzador de Oliva decía en los días previos que la lucha por las medallas estaría en torno a los 61 metros y que él, entrenando ya en París, estaba lanzando esas distancias. Y aunque empezó frío, con distancias poco por encima de los 57 metros, el tercero salió como un cañón y propulsó la jabalina hasta los 62,04, su mejor lanzamiento del año. Segundo y, por lo tanto, de lleno en la pelea por las medallas.
Con el británico Daniel Pembroke jugando en otra galaxia (superó dos veces el récord del mundo hasta alcanzar un espectacular 74,49) y el iraní Pirouj también un escalón por encima, la medalla de bronce iba a estar entre el valenciano y el cubano Ulicer Aguilera. Medio metro les separaba a ambos con el cubano por delante. Pero ninguno fue capaz de mejorar. Héctor aún lanzó por encima de los 61 metros, pero no logró arañarle al cubano ese medio metro en el tercero de los intentos. Cuarto puesto al final, pero dignísimo, el de Héctor Cabrera, deportista del Proyecto FER.
Por la mañana, Nagore Folgado no pudo meterse en la final de los 100 metros libres. Después de unas series brillantes, donde firmó un 12,35 que suponía su mejor marca personal, afrontaba las semifinales sin presión, pero con toda la ilusión del mundo. Sin presión porque meterse en semifinales era su gran objetivo y lo había cumplido en una gran carrera. Y sin presión porque la final era un premio superlativo. Era muy difícil, lo sabía, meterse entre las cuatro mejores del mundo. Además, el día salió frío y lluvioso, lo que no ayudaba, Tenía que firmar su mejor marca, otra vez, y que alguna de sus rivales no tuviera su día, pero no pudo ser y paró el crono en 12.55. Tampoco está mal, es su segunda mejor marca de siempre, pero para meterse en la final no le llegó. La participación de la deportista FER en París no ha acabado, ya que este viernes vuelve al salir al tartán en 200 metros. No es su especialidad, por lo que solo le queda disfrutar, dar lo mejor y, por qué no, buscar la sorpresa.
Cuatro medallas más para España, dos en la piscina
Las nadadoras Nuria Marquès y Tasy Dmytriv completaron otra gran jornada para España con las medallas de plata y bronce en los 200 estilos SM9, con lo que el España suma 36 metales tras las cuatro de este jueves, e iguala las preseas de Tokio 2020, cuando quedan aún tres jornadas más de competición. Por la mañana, el atleta Álvaro del Amo se colgó la medalla de bronce en lanzamiento de disco, clase F11 de discapacitados visuales, tras batir su mejor marca personal con 39,60 metros. Y el ciclista Sergio Garrote completó su participación con un segundo metal, esta vez de plata, en la prueba de fondo en carretera MH2.