Va camino del quinto mes. Cinco meses y ese tobillo derecho continúa sin recuperarse. Aquel choque con Fede Valverde (21 abril) le hizo abandonar a Frenkie de Jong el Bernabéu en camilla, retorciéndose de dolor, frustrado porque padecía un esguince en el tobillo derecho, sin saber entonces que sería más grave de los dos anteriores.
Tanto que desconocía incluso que le dejaría fuera de la Eurocopa con la selección neerlandesa. «Estoy triste, mi tobillo necesita más tiempo», dijo entonces en una de sus últimas apariciones públicas sobre esa lesión que se han tranformado, con el paso del tiempo, en un auténtico misterio. Va camino del quinto mes de baja y el misterio continúa.
El Barça, más allá de las palabras de Hansi Flick o Joan Laporta, no emite comunicado médico alguno. El jugador, entretanto, guarda silencio. Y la única voz que se escucha sobre este caso es siempre la misma. Es la voz de Ronald Koeman, el seleccionador holandés.
Fue él, antes de que comenzara la Eurocopa en Alemania, quien denunció que el jugador había forzado su recuperación en un par de ocasiones, por lo que ese tobillo en vez de mejorar empeoró.
Reapariciones forzadas
«Yo sé mucho más que vosotros», dijo el seleccionador mirando a los periodistas. «Jugó partidos importantes cuando él no estaba para jugar. Quizá sí para jugar ‘algo’, pero no estaba ni con ritmo de partidos ni de entrenamientos para disputar los partidos contra el PSG”, argumentó el que fuera técnico del Barça.
Volvió para estar en la Champions (75 minutos en el Parque de los Príncipes; 82 en Montjuïc) y cinco días después dejaba en camilla el Bernabéu.
Fue también Koeman, a la vuelta de la Eurocopa, quien explicó que «la preocupación» de Frenkie de Jong iba en aumento. «No está para jugar. Está preocupado por su lesión. Tiene una lesión importante y hay que esperar para ver cómo sigue todo», reveló en julio pasado el seleccionador de los Países Bajos.
El nuevo Barça se puso a trabajar, marchándose luego a Estados Unidos para hacer una gira y él se quedó en casa porque ese tobillo continúa sin estar estable. El pulso se mantenía.
Los médicos del club consideraban que era necesaria una intervención quirúrgica para darle solución a un esguince de tobillo, mientras el futbolista, aconsejado por especialistas a los que consulto, al margen de la entidad, veía mucho mejor el tratamiento conservador.
Tres lesiones en el tobillo derecho
Un tratamiento adoptado ya desde el primer problema en ese tobillo : 23 de septiembre ante el Celta en Montjuïc. El comunicado médico de aquel día no preveía el drama que vendría después. «Tiene una lesión de la sindesmosis tibioperoneal distal del tobillo derecho. Es baja y su evolución marcará su disponibilidad», anunció el Barça.
Estuvo Frenkie 10 partidos (siete de Liga y tres de Champions) en la enfermería. Volvió a finales de noviembre. Pero ya nada sería como antes. Recaía en San Mamés (3 de marzo) cuando saltó en busca de un balón aéreo con Unai Gómez. Al caer, ese tobillo quebró. Él se echó la mano al mismo, sabiendo que volvía a septiembre, abandonando también en camilla el estadio del Athletic.
«Sufre un esguince en el ligamento lateral externo del tobillo derecho”, se limitó a constatar el Barça, sin dar tampoco fecha concreta a su retorno. Apenas estuvo cuatro partidos de baja porque la cercanía de la Champions -el duelo de cuartos contra el PSG de Luis Enrique- ejerció una presión, según reveló luego Koeman, dañina.
Volvió antes de lo previsto, jugó dos partidos y medio (PSG en París y en Montjuïc junto a los 45 minutos del Bernabéu antes del choque con Valverde) y desde entonces ni rastro de Frenkie de Jong. Tres lesiones en el mismo tobillo, un consejo desatendido -no quiere operarse- y el ‘portavoz’ Koeman alertando.
«Es preocupante porque es mucho tiempo. Entiendo que las cosas están mejorando. Pero todavía no está en forma. Ha tenido una lesión grave en el tobillo tres veces seguidas y hay daños allí. Por eso necesita tiempo para recuperarse. Esto llevará mucho tiempo, pero esperemos que se recupere por completo, porque eso también es bueno para nosotros», ha declarado esta misma semana el seleccionador neerlandés.
«Es preocupante porque es mucho tiempo. Ha tenido una lesión grave en el tobillo tres veces seguidas y hay daños allí»
Flick, entretanto, confía en que vuelva tras el parón. Al menos para iniciar ya el trabajo en el grupo. El club, como explicó Laporta el pasado martes, también va en esa línea después de ver como uno de sus grandes activos para ser vendido -De Jong podría haber sido una palanca adecuada para llegar al 1/1- tiene aún el tobillo inestable, por lo que no pudo colocarlo en el mercado.
Y el jugador de la actual plantilla que más le ha costado al Barça (fueron 75 millones fijos más 11 en variables en enero 2019, muy por encima de los 56 de Raphinha) sigue siendo un patrimonio lesionado. Un caro activo -es uno de los futbolistas con salario más alto, producto de la herencia ‘bartomeuista’- al que Flick todavía no ha visto ni en el campo de entrenamiento.