Durante su discurso de arranque del curso político este miércoles, Pedro Sánchez se remontó a la moción de censura contra el Gobierno de Mariano Rajoy que lo llevó a Moncloa en 2018 para asegurar que gracias a ello “hoy hay un Gobierno limpio”. El jefe del Ejecutivo siempre hizo gala de la ejemplaridad, casi como hito fundacional al estar condicionada aquella moción por los casos de corrupción en el PP. Un discurso que ahora choca con el caso Koldo, que se llevó por delante al exministro de Transportes, José Luis Ábalos, y la investigación a su esposa, Begoña Gómez, por la que antes del verano se produjo la inédita imagen de un presidente del Gobierno declarando como testigo en La Moncloa. Si la ofensiva de Alberto Núñez Feijóo se centra en buena medida en este plano judicial, en el PSOE se escudan en la existencia de una “máquina del fango” y tratan de vincular al líder de la oposición con los casos de corrupción que afectaron al Gobierno de Mariano Rajoy.
La decisión judicial de citar como testigos a Mariano Rajoy y su núcleo duro en el juicio del caso Kitchen ha sido utilizada por los socialistas para encender el ventilador y urgir a Feijóo a “limpiar su partido”. “La Kitchen y la caja B son parte de un partido”, según acusan desde la cúpula de Ferraz, que no se habría purgado y que “sigue mirando hacia otro lado”. De ahí su conclusión de que “los que ahora tratan de dar lecciones deberían hablar con más pudor”.
“El pasado siempre vuelve y el PP, en este caso, vuelve a los lugares que más ha visitado en las últimas décadas: los tribunales”, señalaban esta mañana fuentes socialistas respecto a la citación judicial. Una decisión acordada, precisamente, a petición de las acusaciones que ejercen PSOE y Podemos en el procedimiento y se producirá en la vista oral para la que todavía no hay fecha. En un auto de 30 páginas, al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, la Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia Nacional admite la testifical de Mariano Rajoy, la exsecretaria general del PP María Dolores de Cospedal, la exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáez de Santamaría y los exministros Javier Arenas y Juan Ignacio Zoido, entre otros.
Desde Ferraz califican el caso Kitchen como “una de las mayores vergüenzas que el PP lleva a sus espaldas” y lanzan una advertencia a Feijóo: “Bien debería cuidarse de sus palabras, toda vez que su antecesor declarará por segunda vez como testigo”. Este paso en la investigación sobre el espionaje al que presuntamente fue sometido su extesorero Luis Bárcenas para evitar que colaborara en la investigación iniciada por el juez Pablo Ruz sobre la financiación ilegal del partido, apunta a que se sumará a la estrategia del “y tú más”. De hecho, los socialistas reclaman a Feijoó que pida perdón “en nombre del PP por esta forma de funcionar”.
“Matar políticamente”
Para el PSOE hay una línea entre el intento de anular políticamente a Sánchez con caso Begoña Gómez y los métodos de “guerra sucia por parte de los de Rajoy”. Entienden que la “mal llamada policía patriótica para tratar de boicotear investigaciones sobre la corrupción de los populares” también implicó el espionaje al presidente del Gobierno y secretario general del PSOE”. Al que quería, dicen, “matar políticamente”.
Los socialistas hacen mención especial a la exministra de Defensa y exsecretaria general del PP María Dolores de Cospedal, “quien aparece reiteradamente en las agendas de Villarejo”. Su marido, presuntamente, “era informado de operaciones policiales y su jefe de seguridad pagó presuntamente al chófer de Bárcenas con fondos reservados”, apuntan. Asimismo, celebran que Mariano Rajoy vuelva al “banquillo” tras haber declarado en el caso Gürtel, “una comparecencia en la que mintió, según acreditó el propio Tribunal Supremo, al negar tanto la existencia de la caja b en el PP como el cobro de sobresueldos en Génova”.