Durante su discurso de arranque del curso político este miércoles, Pedro Sánchez se remontó a la moción de censura contra el Gobierno de Mariano Rajoy que lo llevó a Moncloa en 2018 para asegurar que gracias a ello “hoy hay un Gobierno limpio”. El jefe del Ejecutivo siempre hizo gala de la ejemplaridad, casi como hito fundacional al estar condicionada aquella moción por los casos de corrupción en el PP. Un discurso que ahora choca con el caso Koldo, que se llevó por delante al exministro de Transportes, José Luis Ábalos, y la investigación a su esposa, Begoña Gómez, por la que antes del verano se produjo la inédita imagen de un presidente del Gobierno declarando como testigo en La Moncloa. Si la ofensiva de Alberto Núñez Feijóo se centra en buena medida en este plano judicial, en el PSOE se escudan en la existencia de una “máquina del fango” y tratan de vincular al líder de la oposición con los casos de corrupción que afectaron al Gobierno de Mariano Rajoy.

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