La ejecución de seis rehenes israelíes por parte de Hamás, momentos antes de que las Fuerzas de Defensa de Israel llegaran al lugar, ha complicado las negociaciones para un alto el fuego y el intercambio de prisioneros entre Israel y el grupo terrorista, según informó The Washington Post citando a un alto funcionario de la administración Biden.

Tres de estos seis rehenes estaban en la lista de los que serían liberados en la primera fase de un acuerdo propuesto. Dos de ellos, Eden Yerushalmi y Carmel Gat, serían liberados por ser mujeres, mientras que el tercero, Hersh Goldberg-Polin, debido a una grave lesión en su brazo.

El funcionario, que calificó estos asesinatos como “horribles”, declaró al Post: “Existe una lista de rehenes que todos poseemos, incluido Hamás. Ahora, hay menos nombres en esa lista”.

Añadió que “Hamás amenaza con ejecutar a más rehenes, por lo que esto no puede ignorarse en las negociaciones actuales”. El acuerdo propuesto consta de tres fases, comenzando con la liberación de hasta 20 rehenes vivos a cambio de cientos de terroristas condenados por crímenes graves.

En esta primera fase, Israel recibiría tanto rehenes vivos como muertos, en categorías como mujeres, niños, ancianos y heridos. No obstante, Hamás se ha negado a liberar siquiera a 20 de los 101 rehenes, vivos y muertos, que retiene en Gaza.

El funcionario estadounidense explicó que los principales obstáculos en las negociaciones giran en torno a quiénes serían liberados y cuándo, así como la presencia de Israel en el Corredor Filadelfia, una franja de territorio clave.

Según el Post, el acuerdo impulsado por Estados Unidos, Egipto y Qatar ofrecería a Gaza una gran cantidad de ayuda humanitaria, que probablemente sería aprovechada por Hamás, además de un cese temporal de los combates, lo que llevaría a Israel a retirarse de zonas “densamente pobladas”.

Durante la primera fase, que podría durar unas seis semanas, se realizarían negociaciones para abordar una segunda fase. Esta incluiría la retirada completa de las fuerzas israelíes de Gaza, un alto el fuego definitivo y la liberación de los rehenes restantes, a cambio de más terroristas convictos.

Esta segunda etapa podría retrasarse si Hamás alarga las negociaciones, evitando que Israel retome las hostilidades. Esto expondría a Israel a una nueva masacre similar a la del 7 de octubre de 2023, permitiendo a Hamás recuperar su dominio total en Gaza. Hamás ya ha prometido repetir acciones similares a las de esa fecha.

La tercera fase del acuerdo contemplaría la reconstrucción de Gaza y la creación de un gobierno “civil”, bajo el control de Hamás. Sin embargo, no incluiría ninguna garantía para la seguridad de Israel, ni evitaría futuros ataques terroristas por parte del grupo.

A pesar de las divergencias sobre el Corredor Filadelfia, el funcionario aclaró que el acuerdo no menciona de forma explícita este territorio ni define claramente lo que se considera “zona densamente poblada”.

El funcionario explicó que ha habido un debate sobre si el Corredor Filadelfia, que en realidad es una carretera, puede considerarse una zona densamente poblada, ya que partes de la ciudad de Rafah se extienden hacia esa área. “Esto ha sido un punto clave en la negociación”, comentó.

Finalmente, el funcionario subrayó que Israel debería considerar hacer “ajustes” razonables si no comprometen su seguridad, con el fin de llegar a un acuerdo. “La guerra no terminará ni los rehenes regresarán a casa sin un acuerdo”, concluyó.

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