El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha sido cuestionado acerca de su afirmación del 6 de abril en la que indicó que el país estaba a un “paso de la victoria”. Esto ha generado dudas, ya que la situación actual no parece reflejar esa proximidad, y el asesor de seguridad nacional, Tzachi Hanegbi, ha mencionado que la guerra podría extenderse hasta 2025.

Netanyahu aclaró sus comentarios afirmando: “Lo que quise decir es que estábamos a un paso de lo crucial que allanará nuestro camino hacia la victoria”. Se refería a la ofensiva en Rafah, lanzada por Israel un mes después. Explicó que no creía posible lograr la victoria sin intervenir en esta región y que, pese a la considerable presión internacional, incluyendo la de Estados Unidos, se resistió a abandonar el plan de ingresar a Rafah y al Corredor Filadelfia.

El primer ministro señaló que ahora el ejército israelí está en condiciones de destruir militarmente a Hamás, aunque admitió que aún queda trabajo por hacer para desmantelar la capacidad de gobierno de esta organización. “No quiero administrar Gaza, pero quiero arrebatársela [a Hamás]”, agregó.

Además de las preocupaciones militares, Netanyahu enfrenta preguntas sobre su estado de salud. Esto ha sido un tema de debate, especialmente tras la colocación de un marcapasos el año pasado y algunas complicaciones posteriores. A pesar de ello, el líder israelí ha asegurado que seguirá en su puesto tanto tiempo como sea necesario y mientras conserve el respaldo de la ciudadanía.

“En cuanto a mi salud, estoy bien”, concluyó Netanyahu, rechazando las especulaciones sobre su capacidad para continuar liderando el país en tiempos de guerra.

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