El hecho de que la temporada turística se esté alargando cada vez más, de junio a prácticamente octubre, y la subida general de precios, que han hecho que muchas familias hayan moderado sus gastos, han sido determinantes para que bares y restaurantes hayan cerrado el verano con un balance tirando a discreto. Un 44,5% de los establecimientos españoles han registrado un descenso de clientes y un 57,7% han visto cómo en los dos meses teóricamente álgidos han acabado haciendo menos caja que en el mismo periodo del año pasado, según un informe hecho público este miércoles por la Confederación de Hostelería de España.
La temporada veraniega ha sido, en suma, «más floja de lo inicialmente previsto«, afirma la entidad, que agrupa a 300.000 restaurantes, bares, cafeterías y pubs. Así, mientras que «para un 25% de los hosteleros la temporada de verano ha sido mejor que la del año anterior, hay un 75% de locales del sector que consideran que ha sido peor o igual que en los meses de julio y agosto de 2023″. ¿Los motivos? Las ya mencionadas desestacionalización y subida de precios, pero también que se ha registrado un mayor número de viajes al extranjero por parte de viajeros nacionales, lo que ha restado consumo aquí.
Aunque el incremento de llegadas de turistas extranjeros ha sido una palanca muy positiva este verano para el sector turístico, «la demanda nacional ha tocado techo«, asegura Hostelería de España en su balance. El incremento general de precios, además, ha hecho que los clientes destinen gran parte de su presupuesto vacacional a transporte y a alojamiento, «por lo que ha disminuido la capacidad del gasto destinado a bares, restaurantes y ocio nocturno, que a veces se desplaza también a compras en supermercados«, para comer o cenar en casa. Para la mitad de los establecimientos que han participado en el informe elaborado por la confederación hostelera, la facturación ha sido hasta un 10% menor que la del año anterior. Un 23% de los negocios calcula que ha sido igual, y un 26,7% ha constatado un incremento de hasta un 10%.
Lluvias y olas de calor
También han sido clave las condiciones climáticas de este verano, que primero, en julio, fueron de lluvias y frío en algunas zonas y, luego, en agosto, trajeron de olas de calor sofocante. Los territorios donde peor lo han pasado los bares y restaurantes son las del norte de España (salvo Galicia) y las del centro peninsular. En cambio, en las zonas de sol y playa de la costa mediterránea ha habido incluso un leve crecimiento de hasta el 5% respecto al verano anterior. A ellos se unen Galicia y Canarias.
El fuerte crecimiento de turistas extranjeros no se ha traducido, según los propietarios de locales de hostelería, en un aumento de clientes. De hecho, un 38,2% de los hosteleros comenta que incluso han notado un descenso de viajeros internacionales en sus establecimientos. En cuanto a los españoles, son el 40,9% los que han detectado un descenso. Eso, pese a que la temporada de verano había arrancado en junio con un aumento significativo de la cifra de negocio en bares y restaurantes, de un 7,6% respecto al mes de junio del año anterior.
También las empresas de reservas por internet han hecho balance este miércoles de los principales datos hosteleros. La plataforma de TheFork (ElTenedor), por ejemplo, ha registrado un incremento del tíquet medio este verano del 3% respecto al resto del año. En total, los clientes han pagado por cada comida y cena 27 euros de media, según ha informado la plataforma de reservas ‘online’, que, en contra de lo registrado por Hostelería de España, ha constatado un aumente global de reservas del 10%, con Barcelona, Madrid y Mallorca como las ciudades que han concretado un mayor porcentaje.