«Estamos dando un paso en la federalización del Estado». Con esta afirmación celebró Pedro Sánchez el acuerdo firmado entre el PSC y ERC para posibilitar la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat de Cataluña.
Ahora, en el congreso federal convocado para el 29 y 30 de noviembre y 1 de diciembre, el PSOE va a «actualizar» su proyecto «en todos los frentes», pero con un foco destacado en la financiación autonómica, que sin duda se ha convertido en uno de los ejes de la agenda política en este otoño.
Así, con la Declaración de Granada de julio de 2013 como «guion», los socialistas confían en desarrollar un documento en el que se apueste por un modelo territorial que “avance” del Estado autonómico vigente y camine hacia un modelo federal. En los congresos se aprueban resoluciones, consideradas una actualización del proyecto político del partido y la hoja de ruta a desarrollar en los cuatro años siguiente hasta la celebración de un nuevo cónclave.
En aquel documento cerrado en el mandato de Alfredo Pérez Rubalcaba que sirvió para sellar una paz entre el PSOE y el PSC, y que firmaron líderes territoriales socialistas y ahora críticos Emiliano García-Page y Javier Lambán, se habla del «principio de lealtad federal entre el Estado y las Comunidades Autónomas».
Así como que «el federalismo, en efecto, es un sistema que defiende la unidad del Estado, respetando la diversidad» y, por tanto «permite reconocer, respetar e integrar la diversidad y las singularidades de los territorios de España, la cohesión social y la igualdad, y ofrecer las respuestas más adecuadas a los problemas de nuestras comunidades en un Estado integrador y eficiente».
Desde Ferraz aseguran que la Declaración de Granada servirá «como referencia de partida, sin duda».
La otra idea que asentará el proyecto socialista radica en la llamada Declaración de Barcelona firmada por Sánchez y Miquel Iceta -cuando este último lideraba el PSC- impulsada en julio de 2017 en las vísperas del estallido del procés.
En ese documento, que se consideró entonces un desarrollo del acuerdo de Granada, los socialistas apuestan por «culminar» una «profunda reforma federal» que permita «aunar un profundo autogobierno de las entidades territoriales con la unidad de España y el mejor reconocimiento de la realidad plurinacional de nuestro país sin afectar a la soberanía del pueblo español ni a la igualdad de derechos entre toda la ciudadanía».
Desde sus inicios como secretario general del PSOE, Sánchez siempre ha sido partidario de abordar una reforma de la Constitución en sentido federal.
No obstante, en sus años al frente del PSOE y del Ejecutivo su apuesta ha ido por las mejoras en los autogobiernos y el impulso de una «cogobernanza» basada en «el espíritu federal de coordinación entre el nivel central y el autonómico». Una idea que desarrolló durante la pandemia con continuas reuniones entre Gobierno y Ejecutivos autonómicos tanto en las Conferencias de Presidentes como en las reuniones sectoriales.
Precisamente, en la resolución del último congreso del PSOE, el celebrado en 2021 en Valencia, se ciñó a destacar «la tradición federal del socialismo español» y ensalzar que «la cultura federal que se está abriendo camino en España».
Una apuesta que también quedó reflejada en la conferencia política que en enero celebró el PSOE en A Coruña. Entonces se impulsó la cogobernanza, entendida como una coordinación voluntaria entre el Estado y las CCAA con los instrumentos existentes (desde la Conferencia de Presidentes a las comisiones bilaterales).
Ahora se buscará dar un paso más en esta apuesta federal, aunque en Ferraz avanzan que no se concretará un modelo sino unas líneas generales a las que se puedan suscribir todos los territorios para reforzar la imagen de unidad en el partido.