Ante la llegada a Mora de Rubielos de un grupo de malienses, la Diócesis de Teruel y Albarracín, Cáritas Diocesana y la Parroquia de Mora de Rubielos invitan a los católicos y a todas las personas de buena voluntad a “acoger, proteger, promover e integrar a los emigrantes y refugiados”, cada cual en la medida de sus posibilidades.

A través de un comunicado, piden que se active en todos una actitud acogedora que «nos lleva a mirarlos no como un problema, sino como mujeres y hombres que han sufrido mucho en la búsqueda de un futuro mejor para ellos mismos y sus familias». Citando a San Juan Pablo en su mensaje para la Jornada mundial del emigrante y el refugiado del año 2004, «nadie debe quedar insensible ante las condiciones en que se encuentran multitud de emigrantes. Se trata de personas que están a merced de los acontecimientos y que a menudo han vivido situaciones dramáticas».

La Diócesis de Teruel señala también que «muchos malienses huyen de una guerra que cada vez se expande más, y que se agrava con las hambrunas. Sólo en Mauritania, país de unos 5 millones de habitantes, hay ya 200.000 malienses desplazados. Es decir, la gran mayoría de los refugiados de este país se quedan en la región».

EL OBISPO DE TERUEL PIDE «MIRARLES CON EL CORAZÓN»

El obispo de la Diócesis de Teruel y Albarracín, José Antonio Satué invita «a los turolenses a mirar a estas personas refugiadas que vienen a nuestra tierra con el corazón, haciéndonos cargo de todo lo que han sufrido tanto en sus países de origen, como en el camino muchas veces tortuoso que les ha traído hasta aquí». Además, el titular de la diócesis, ha recordado una anécdota con un voluntario en un centro de recogida de menores refugiados en Roma. «Tengo muy presente la cara de aquellos chavales que venían con una tristeza tremenda lejos de sus familias de sus amigos, sin saber decir ni entender una palabra, pero también recuerdo su gratitud cuando lograban después de semanas o de meses recuperar la alegría y la esperanza»

En ese copmunicado, la Diócesis de Teruel también entiende «que algunas personas se sientan preocupadas ante la llegada de inmigrantes y refugiados, con una cultura tan distinta a la nuestra». Sin embargo, y se remiten a la última catequesis del Papa Francisco  cuando aseguró que «no son de recibo las actitudes de quienes trabajan sistemáticamente por todos los medios para repeler a los migrantes. Y esto, cuando se hace con conciencia y con responsabilidad, es un pecado grave. No olvidemos lo que dice la Biblia: “No maltratarás ni oprimirás al emigrante” (Ex 22,20). El huérfano, la viuda y el forastero son los pobres por excelencia a los que Dios siempre defiende y pide defender».

Piden a la administración un MODELO DE ACOGIDA INTEGRAL

Con este comunicado, no pretenden «entrar en el debate partidista, ni señalar cómo los gobiernos deben regular los flujos migratorios, pero sí abogamos por un modelo de acogida integral, que respete la inalienable dignidad de las personas inmigrantes y refugiadas; un modelo centrado en las múltiples dimensiones de la persona y sus relaciones, priorizando el acompañamiento personal y la capacitación para la autonomía y la integración en la sociedad.»

«Este objetivo requiere que quienes tienen la primera responsabilidad en la acogida de migrantes y refugiados faciliten la implicación del tejido comunitario en cada territorio y la sinergia entre administraciones públicas bien coordinadas entre sí. También es necesario sensibilizar contra los discursos racistas y la manipulación de las informaciones, haciendo pedagogía de los principios éticos y morales que fomentan la cultura de la vida y del encuentro», añade el comunicado.

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