Se acabó el sueño de Tauste de reinar en el Grand Prix. La localidad zaragozana se quedó a las puertas de la gran final después de perder por una sola palabra en el diccionario frente a los gaditanos de Olvera, que se medirán en el decisivo día a los baleares de Benissalem.
La igualdad fue la tónica dominante durante las pruebas clásicas del concurso. Si bien Tauste (que contó con la Terremoto de Alcorcón como madrina) venció en los troncos locos, los zaragozanos no pudieron con Olvera en la patata caliente o los bolos, prueba clave por ser la antesala del diccionario, donde de verdad se decide el ganador de la noche.
Los resultados de las pruebas hicieron que, aunque el marcador fuese igualado, Olvera cogiera una ligera ventaja que fue importantísima al final.
Necesitaba Tauste conseguir una palabra más que Olvera, ya que cada fallo restaba tres puntos y cada acierto suma tres. Si Olvera fallaba todas, Tauste solamente tenía que sumar una y así sucesivamente. Tauste cumplió acertando todas y cada una de las palabras, lo cual suele ser sinónimo de victoria y, además, de altísima puntuación, pero Olvera también acertó todo, dejando a Tauste sin la posibilidad de acceder a la gran final del Grand Prix.
El marcador final de 35-30 refleja no solo la igualdad que hubo, sino además el grandísimo nivel de ambos pueblos. Tanto es así que es uno de los resultados más abultados de la historia del concurso tanto en esta nueva etapa como en la anterior, también con Ramón García a los mandos del concurso por excelencia del verano.
