‘Pesadilla en la cocina’ ha regresado este martes con su novena temporada a LaSexta. El programa de Alberto Chicote ha estrenado su nueva tanda de episodios con un caso de lo más impactante en el que no han faltado los platos rotos, los gritos, las broncas y las cucarachas en el restaurante.
El programa de Chicote se desplaza a Barcelona para atender la llamada de auxilio del Nicasso, un restaurante especializado en comida mediterránea que pasa por su peor momento. Al frente del negocio se encuentra Manel, un hostelero desorganizado y caótico que, con una dura historia a sus espaldas y tras el fracaso de su anterior negocio, no encuentra el camino correcto para hacer del Nicasso un restaurante al que querer volver.
Más allá de la personalidad del dueño del restaurante, Chicote alucinó con la suciedad del Nicasso y con lo que le contaba una de sus camareras: «Hay muchísimas cucarachas y no podemos dejar nada fuera. A veces las matamos con el soplete. Lo pasamos por toda la cocina y aparecen».
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Después de probar varios platos del restaurante, el chef pudo ver en primera persona el método que siguen para matar las cucarachas de la cocina. Tras pasar el soplete, empezaron a caer al suelo y la pinche de cocina acabó rematándolas con más fuego. Chicote no daba crédito a lo que estaba viendo y advirtió de los peligros de usar el soplete a pocos centímetros de una bombona de butano: «Igual no es lo mejor, son trucos salvajes».