El empresario está roto después de enterarse de que va a morirse en unos meses. Mientras estaba tomando algo con Nebahat en un restaurante, Akif ha aprovechado que ella se ha ido al baño para llamar a su amante.

Süreyya al descolgar el teléfono no estaba muy simpática así que el empresario ha aprovechado para soltar lo que tenia dentro: “Lo mejor es que te olvides de mí, Süreyya”

Akif no ha sabido como contarle a su amante que tiene un tumor y que le quedan cuatro meses de vida. Él no quiere que ella sufra por su culpa, así que ha decidido terminar la relación.

Süreyya le ha colgado el teléfono con estas duras palabras: “Que dios te castigue Akif”. El empresario, con un dolor inmenso en el pecho, ha pensado en voz alta: “Dios ya me ha castigado Süreyya, pero… ¿Como te digo que me estoy muriendo?, es lo mejor, piensa mal de mí y guárdame así en tu memoria”

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