El «paciente de Ginebra» no es solo la sexta persona del mundo que se cura del VIH tras un trasplante de células madre, sino la primera del planeta que logra la remisión del virus del sida sin que las células de su donante presentaran una mutación llamada CCR5 Delta 32 (CCR5d32). Esta mutación, hasta ahora, se consideraba necesaria para evitar la entrada del virus en ellas, pero el caso del «paciente de Ginebra» demuestra que no es imprescindible. Este «éxito sin precedentes», publicado este martes en ‘Nature Medicine’, debe en parte su éxito a la investigación que se realiza en Catalunya, pues se ha llevado a cabo en el marco del consorcio IciStem, coordinado por IrsiCaixa (centro impulsado por la Fundación La Caixa y el departamento de Salut) y la Universidad de Utrecht, y ha sido liderado por el Hospital Universitario de Ginebra y el Instituto Pasteur.

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