A Canarias se le acabó la paciencia y el Gobierno de España hace oídos sordos. El Ejecutivo regional se niega a acoger en las islas a más menores migrantes ante la falta de recursos para atenderlos, pues considera que al cruzar la frontera están provisionalmente bajo custodia policial, con lo que no están desamparados. Ante este órdago, los ministros socialistas salieron en tromba y tiraron de argumentario para señalar al Partido Popular como único responsable de que el archipiélago siga sin ayuda para aliviar la congestión de la red de acogida de menores. Así, invitaron al presidente canario, Fernando Clavijo, a pedir explicaciones a su socio de Gobierno por haber votado en contra de la toma en consideración de la reforma del artículo 35 de la ley de extranjería, que haría obligatorio el reparto de los menores entre todas las comunidades autónomas.

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