A Canarias se le acabó la paciencia y el Gobierno de España hace oídos sordos. El Ejecutivo regional se niega a acoger en las islas a más menores migrantes ante la falta de recursos para atenderlos, pues considera que al cruzar la frontera están provisionalmente bajo custodia policial, con lo que no están desamparados. Ante este órdago, los ministros socialistas salieron en tromba y tiraron de argumentario para señalar al Partido Popular como único responsable de que el archipiélago siga sin ayuda para aliviar la congestión de la red de acogida de menores. Así, invitaron al presidente canario, Fernando Clavijo, a pedir explicaciones a su socio de Gobierno por haber votado en contra de la toma en consideración de la reforma del artículo 35 de la ley de extranjería, que haría obligatorio el reparto de los menores entre todas las comunidades autónomas.
El Gobierno autonómico toma esta decisión después de un año pidiendo auxilio de todas las maneras posibles. A pesar de la drástica medida que anunció Clavijo el lunes, desde el Ejecutivo de Pedro Sánchez no se han puesto en contacto con el dirigente canario para ofrecer una solución urgente a la crisis humanitaria o, al menos, acordar una respuesta de emergencia. El Gobierno central sigue enrocado en que la única herramienta que tiene para ayudar a Canarias la reforma de la ley de extranjería. Fuentes del Ministerio de Política Territorial, liderado por Ángel Víctor Torres, niegan la dejación y sostienen que el contacto con Canarias es continuo.
El Ejecutivo de Sánchez se acorazó en la idea de que los menores migrantes no son de competencia estatal. La ministra portavoz, Pilar Alegría, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, afirmó que Clavijo se equivoca al denunciar la ausencia del Estado en la crisis migratoria, porque «las competencias están perfectamente delimitadas en la Constitución y en el Estatuto de Autonomía». Alegría defendió que el Ejecutivo siempre ha estado del lado de «las respuestas y las soluciones», mientras que desde el PP solo se escuchan «respuestas hiperbólicas, alejadas absolutamente de la responsabilidad que debe tener un partido de Estado». Por esto, reclamó a los populares «menos demagogia, menos insultos, menos confrontación y más responsabilidad, más solidaridad y más altura de miras» para lograr distribuir la atención de 6.000 niños en un país de más de 45 millones de habitantes. La ministra portavoz aseguró que España, como frontera sur, ha pedido ayuda a la Unión Europa, si bien fuentes del Ejecutivo canario aseguran no tener constancia de esa solicitud.
La ministra de Migraciones asegura estar «perpleja» ante la decisión canaria de no acoger más niños
Alegría destacó que desde el Gobierno central siempre se ha tenido la mano tendida y pidió a Clavijo que centre sus esfuerzos en convencer a sus socios de que apoyen la reforma de la ley de extranjería, porque desde el Gobierno siempre se ha trabajado con la mano tendida. Además, recordó que el texto que se presentó para la modificación legislativa estaba «sellado con el apoyo del señor Clavijo». Se trata, concluyó, de una situación que requiere respuesta «porque estamos hablando de niños y de niñas que necesitan esa atención y que necesitan ese cuidado».
Feijóo ve «bastante razonable» que las Islas se planten y dejen a los menores en manos del Estado
La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, reconoció estar «perpleja» ante la determinación del Ejecutivo canario de judicializar la atención de los niños y adolescentes extranjeros no acompañados. A sus palabras se suman las de la ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, quien advirtió a Clavijo que quien le ha «dejado tirado es el PP». A su juicio, el presidente canario «se equivoca», pues la complicación «se la ha generado su socio de Gobierno, el señor Feijóo, que en una absoluta irresponsabilidad se ha negado incluso al debate de una proposición de ley». Rodríguez lamentó que el PP sea capaz de exigir la declaración de emergencia migratoria en todo el territorio nacional como condición para respaldar la reforma de la ley de extranjería, a la vez que se niega a colaborar a través de sus comunidades autónomas para dar una respuesta humanitaria.
Una situación «tremenda»
En el otro lado de la balanza se posicionó el presidente de los populares, Alberto Núñez Feijóo, quien considera «bastante sensato» que el Gobierno de Canarias rechace acoger más menores migrantes y los deje en manos del Estado. «Nosotros hemos cumplido con nuestro deber, a pesar de lo que nos costó ser coherentes. El que no plantea un proyecto razonable y sensato es el Gobierno de España entre otras cosas porque no lo tiene», defendió el líder de la oposición, en referencia a la ruptura de sus seis pactos autonómicos con Vox tras aceptar el reparto solidario de 400 menores migrantes.
También se pronunció el PNV, que calificó como una «petición más de auxilio» la decisión de Canarias de «seguir ayudando al Estado» en la atención de los niños solo si cuenta con los recursos necesarios. El portavoz de los nacionalistas vascos en el Congreso, Aitor Esteban, en una entrevista en Radio Euskadi, recogida por Efe, señaló que la situación del archipiélago en este ámbito es «tremenda», por lo que no le sorprende la decisión de Clavijo.
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