El Gobierno asegura que no piensa moverse más con la ley de amnistía, aunque eso suponga una ruptura de la mayoría que propició la investidura de Pedro Sánchez el pasado noviembre. En un momento en el que la relación entre el Ejecutivo y Junts pasa por horas bajas, el secretario general del partido independentista, Jordi Turull, ha condicionado este martes el apoyo de sus siete diputados en el Congreso a que la Fiscalía se querelle contra el Supremo por no aplicarle a Carles Puigdemont la medida de gracia. La respuesta de la Moncloa ha llegado poco después, cerrando a las claras esa vía. 

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