A la hora de comprar las sillitas infantiles, hay que atender a que sean adecuadas para llevar a los menores en el coche con total seguridad, pero también evitar multas. Por eso hay que estar pendientes de la homologación de la Unión Europea, sobre todo tras los últimos cambios de los que avisa Alfonso García en Poniendo las Calles y entraron en vigor en septiembre.
Según diferentes estudios, la sillas de bebés SRI reducen en un 75 por ciento el riesgo de que un menor fallezca en un accidente, descenso que en el caso de las lesiones llega al 90 por ciento. Ofrecen una mayor protección para la cabeza y el cuello, que son las partes que más sufren en el caso de los bebes y niños de hasta cuatro años.
Además, son sometidas a más pruebas de seguridad, como pueden ser las colisiones laterales, y los muñecos empleados en esos ensayos son más sofisticados y con un mayor número de sensores que detectan daños. Otro punto a su favor son los anclajes Isofix, que hacen más fácil la instalación, así como el cuidado por parte de los padres.
Sólo en su última campaña de control, la DGT detectó en una semana a 317 niños que viajaban sin sistema de retención infantil o lo usaban de forma incorrecta. De hecho, el proyecto Baseline de la UE señala que el 46 por ciento de las familias españolas no los usan adecuadamente. Los datos preocupan porque es el porcentaje más bajo de todos los países participantes.
Sillas para niños del coche
Por su fisonomía, los bebés y los niños deben de ir protegidos de forma especial cuando viajan en un coche. La Organización de las Naciones Unidas aprobó el primer reglamento sobre sistemas de retención infantil en 1982 y la DGT cuenta con uno desde 2006. Se podían utilizar los dos tipos que existían.
La Dirección General de Tráfico obliga a que todos los niños que midan 135 centímetros de altura o menos viajen siempre y de forma obligatoria con un SRI homologado adecuado a su peso y altura, por muy corto que sea el trayecto. En Europa y España, la norma más reciente es la R129 y en la práctica, desde el 2013 todas las sillas tienen esta homologación.
Sin embargo, las más comunes son las que tienen la R44, basada en el peso de los menores y aprobada por la CEPE en 1982. Desde entonces, ha sido revisada en tres ocasiones para mejorarla y adaptarla a los avances técnicos. De hecho, solo se puede comercializar la última versión, llamada R44/04.
En cuanto a uso, solo están permitidas esa y la R44/03, aunque ese tipo de sillas cumplen con todos los protocolos de seguridad y han superado las pruebas de choque específicas en caso de accidente. Pero, desde el 1 de septiembre se termina la convivencia entre los reglamentos y solo se podrán vender un tipo de sillitas infantiles de coche.
La obligación de comprar una nueva
«En España convivían dos normativas de fabricación y homologación, la más antigua, la ECE R44 y la i-Size R129, que no tiene en cuenta el peso, sino que se basa en la altura del niño y su posición de viaje orientada hacia atrás en a contramarcha, que es lo más seguro para los más pequeños hasta 15 meses», explica Alfonso García en Poniendo las Calles.
Desde el pasado 1 de septiembre, sólo va a existir una normativa europea, la i-Size R129, la más nueva y la más segura, siendo las únicas que se podrán comprar. «Todo lo anterior no obliga a comprar las nuevas», recalca Alfonso García en Poniendo las Calles, «las R44 se podrán seguir utilizando durante ocho años más, pero su venta, nueva o usada, está prohibida».