¿Reencuentro Real? La infanta Cristina y Felipe VI, juntos de boda y sin Letizia

Este sábado, la boda entre Victoria López-Quesada y Enrique Moreno de la Cova se convirtió en un evento destacado no solo por la unión de dos familias, sino también por la presencia de figuras de la realeza española. La infanta Cristina y el rey Felipe VI asistieron a la ceremonia, marcando un momento significativo en la relación entre ambos hermanos.

La boda, celebrada en un entorno idílico, reunió a numerosos invitados de la alta sociedad y la aristocracia española. Sin embargo, la atención se centró en la infanta Cristina y el rey Felipe VI, cuya presencia conjunta, después de más de seis años sin un posado juntos, en el evento ha sido interpretada como una señal de reconciliación y acercamiento entre los dos.

Para ser más precisos, Felipe VI llegaba conduciendo su propio vehículo en el que también viajaba su hermana, la Infanta Cristina. La Infanta Elena e Irene Urdangarin junto a su hermano Juan Valentin, también se han reunido con el resto de su familia. Entre los ausentes se encontraba el rey emérito, que no viajó a Madrid para el enlace. Tampoco estuvieron presentes la reina Letizia ni sus hijas: la reina se encontraba en París, la princesa Leonor en Pontevedra y la infanta Sofía en Gales.


El caso Nóos, el escándalo que distanció a los hermanos

La relación entre la infanta Cristina y el rey Felipe VI ha sido objeto de atención y especulación durante los últimos años, especialmente a raíz del caso Nóos, que marcó un punto de inflexión en la dinámica familiar. Antes de este escándalo, la infanta Cristina y su hermano Felipe mantenían una relación cercana y cordial, típica de dos hermanos que crecieron juntos en el seno de la familia real española.

El caso Nóos, que involucró a Iñaki Urdangarin, esposo de la infanta Cristina, en un escándalo de corrupción, tuvo un impacto significativo en la familia real. Urdangarin fue acusado de malversación de fondos públicos a través del Instituto Nóos, una organización sin ánimo de lucro que él presidía. La infanta Cristina también fue implicada en el caso, lo que llevó a un juicio mediático que afectó profundamente la imagen de la monarquía española.

Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina, en un paseo por Vitoria durante el primer permiso penitenciario de Urdangarin


A medida que el caso avanzaba, la presión sobre la familia real aumentaba. El rey Felipe VI, quien ascendió al trono en 2014, se enfrentó a la difícil tarea de restaurar la confianza pública en la monarquía. En este contexto, tomó la decisión de distanciarse públicamente de su hermana para proteger la institución que representa. En 2015, la Casa Real anunció que la infanta Cristina sería despojada de su título de duquesa de Palma de Mallorca, una medida que subrayó el distanciamiento entre los hermanos.

Este distanciamiento no solo fue institucional, sino también personal. La infanta Cristina y su familia se trasladaron a Suiza, alejándose del foco mediático en España. Durante este período, las apariciones públicas conjuntas de los hermanos fueron prácticamente inexistentes, alimentando los rumores de una ruptura en su relación.

Sin embargo, a pesar de la distancia y las dificultades, la infanta Cristina y el rey Felipe VI han mostrado señales de reconciliación en los últimos tiempos. Eventos familiares y privados han servido como oportunidades para que los hermanos se reencuentren y trabajen en la reconstrucción de su relación.

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