Durante el último Pleno del Ayuntamiento de Lorca, celebrado a finales del pasado mes de julio, se aprobaba por veinticuatro votos a favor y solo uno –de IU– en contra el proyecto de expropiación de cuatro edificaciones en el entorno de la antigua cárcel. Esta moción, propuesta por la edil de Urbanismo, se planteaba como una «actuación crucial» para la rehabilitación de la prisión, un proyecto que también incluye la renaturalización de los depósitos de la Mancomunidad de los Canales del Taibilla en el barrio de Santa María y la rehabilitación energética de varias viviendas sociales.
No obstante, parte de este proyecto municipal podría ir en contra tanto de la normativa local como regional. Así, la clave está en la vivienda situada en la calle Corregidor. Según podía conocer esta Redacción, el dueño de la casa habría solicitado la protección adicional del inmueble, que ya cuenta con el amparo tanto del PEPRI –Plan Especial de Protección y Rehabilitación Integral– a nivel local, como de la Ley de Patrimonio Cultural de la Región de Murcia a nivel autonómico. En concreto, la norma municipal lo protege por formar parte de una ‘perspectiva urbana catalogada’, y la regional por encontrarse en el entorno de un edificio declarado como Bien de Interés Cultural, como es la antigua colegiata de San Patricio.
A pesar de todo, buscando aún mayor seguridad, el dueño de la casa ha buscado la ayuda de la asociación Lorca por su Patrimonio Cultural, que se ha volcado con el objetivo de evitar la demolición. En este sentido, además de las protecciones con las que cuenta la casa, desde la entidad indican que eliminarla podría influir negativamente a la estructura de la cárcel, a la que se encuentra adosada. Asimismo, la fecha de construcción –en el catastro se registró en 1890– y el estilo de la misma deberían ser suficientes para garantizar su conservación. «La casa es una de las escasas que se conservan del caserío tradicional lorquino, valor que hizo merecedora a Lorca de tener un Casco Histórico protegido por Decreto a nivel estatal en la década de 1960 precisamente por «los conjuntos urbanos que se suceden casi sin interrupción, dando a sus calles un especial carácter de unidad y nobleza»» indica Cristina Gómez, presidenta de la asociación.
«No hay que olvidar tampoco que este es, por desgracia, uno de los escasos inmuebles históricos que ha resistido hasta ahora la presión urbanística y la destrucción sistemática y generalizada del casco histórico de Lorca. Es también uno de los contados ejemplos en los que se conserva la tradición constructiva en tanto a materiales, técnicas y decoración, esta última caracterizada por una enorme sencillez y bicromía», abunda la presidenta de Lorca por su Patrimonio Cultural, que recuerda que la casa «puede verse en todas las fotografías de Lorca tomadas desde la parte superior de la calle Corregidor a partir de que llegó la fotografía al municipio».
Una zona verde
Según explicaba la concejala de responsable de Urbanismo, María Hernández, la expropiación «es fundamental para la recuperación y preservación de nuestro patrimonio histórico», ya que tres de las parcelas a obtener se encuentran dentro en el Plan Especial de Protección de la Muralla, mientras que otra está calificada como zona verde dentro del Plan General Municipal de Ordenación.
Así, el objetivo principal del Ayuntamiento es, además de crear una zona verde en la zona, liberar los posibles restos de muralla existentes bajo o en el interior de las casas. Para ello, se contempla una inversión de 111.365,85 euros, que serán utilizados para expropiar las casas. En este sentido, deberán ser los técnicos municipales los que decidan qué pesa más, si el Plan Especial de Protección de la Muralla de Lorca –que establece la liberación del suelo donde se sitúan estos inmuebles con el fin de destinarlo a un espacio público libre que permita recuperar el antiguo trazado urbano y su correlación con la muralla delante de la antigua Colegiata de San Patricio– o la protección del PEPRI y la Ley de Patrimonio Cultural de la Región de Murcia. Por su parte, Hernández Benítez se mostraba decidida durante la presentación del proyecto: «permitirá crear una zona verde necesaria ante el imafronte de San Patricio, desde donde visionar en todo su esplendor la fachada principal de la antigua colegiata y recuperar la historia de la muralla medieval de Lorca».