Llegados ya al mes de septiembre, con él se aproxima el fin del verano, de los días eternos de ocio, de los planes de playa y piscina, de los viajes, del tiempo libre… A la vuelta de la esquina, los ecos del inicio de un nuevo curso escolar, la vuelta al trabajo, el estrés del día a día, el viaje de regreso a la normalidad que se puede hacer cuesta arriba… ¿O no? Porque volver a la rutina puede ser más llevadero si se asume como una oportunidad de crecimiento mediante el establecimiento de nuevas metas y objetivos.

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