El Comité Supremo iraní encargado de investigar el accidente de helicóptero ocurrido en mayo en el que murieron el presidente, Ebrahim Raisi, el ministro de Exteriores, Hosein Amirabdolahian, y el resto de la tripulación, ha concluido en su informe final que el suceso se produjo por las «complejas condiciones» meteorológicas y ha descartado cualquier acto de sabotaje.
«Considerando los once casos e investigaciones detalladas de expertos y especialistas y numerosas pruebas y sus resultados, la opinión final de la Junta Suprema de Expertos del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas es que la causa principal del accidente del helicóptero fueron las complejas condiciones. El clima y la atmósfera de la región, en la estación primaveral, se reconocieron en la repentina aparición de una ‘espesa masa de niebla densa y creciente’ hacia la altura y colisión del helicóptero con la montaña», reza el documento compartido por la agencia de noticias iraní Tasnim.
El informe también detalla que tanto el aparato como sus piezas habían sido revisados y comprobados de acuerdo a las normas, destacando que no se han encontrado problemas en los documentos de reparaciones del helicóptero en los últimos cuatro años.
«Desde el momento de solicitar el helicóptero a la Oficina Presidencial, la entrega del helicóptero, la definición de cómo realizar la misión y el envío del helicóptero de Teherán a Tabriz, el estacionamiento en el aeropuerto de Tabriz, el reabastecimiento de combustible, el cuidado de los helicópteros, el inicio y la continuación de la misión de vuelo de los funcionarios a los lugares designados cumplió con las instrucciones necesarias, notificaciones y reglamentos, reglas, normas y estándares», reza el documento.
Los mapas de vuelo habían sido examinados «minuciosamente» y el helicóptero se ciñó a la ruta establecida hasta el momento del accidente, sin que el piloto llegase a emitir una alerta de emergencia.
Además, cabe destacar que los expertos meteorólogos ya habían previsto las condiciones climáticas que finalmente se dieron durante la jornada del accidente.
Los expertos también han descartado la presencia de «casos sospechosos» en los cuerpos de los fallecidos durante las pruebas de toxicología y patología.
«Las partes y sistemas del helicóptero fueron examinados por un experto, y no había signos de sabotaje en las partes y sistemas. Se investigó pericialmente la posibilidad de que el helicóptero fuera blanco de sistemas ofensivos y defensivos, guerra electrónica y creación de un campo magnético y láser, y se descarta cualquier implicación de los elementos mencionados en la ocurrencia de un accidente», concluye el informe.
El helicóptero se estrelló en una zona de difícil acceso en la provincia de Azerbaiyán Oriental, en el noroeste de Irán, incidente descrito inicialmente como un «aterrizaje forzoso». Las labores de búsqueda, dificultadas por la presencia de niebla y lluvia, contaron con el apoyo de varios países, incluido Turquía, que envió drones para localizar el lugar en el que se encontraban los restos del aparato.
Tras la muerte de Raisi, Irán celebró unas elecciones en las que salió como ganador el reformista Masud Pezeshkian, quien ha reiterado su respaldo a los principios de la República Islámica y ha abogado por respetar las líneas fijadas por el líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, si bien es también conocido por su postura crítica a la dura represión contra el Movimiento Verde tras las elecciones presidenciales de 2009, en las que la oposición denunció un fraude para favorecer la reelección del conservador Mahmud Ahmadineyad, y contra las protestas tras la muerte de Amini, que se saldaron con cientos de muertos.