Medicamentos originalmente diseñados para tratar la diabetes, como es el caso de Ozempic, han ganado popularidad como opciones para la pérdida de peso, pese a la falta de estudios clínicos concluyentes y masivos. Sin embargo, la seguridad de su uso prolongado aún genera preguntas y genera una duda en torno a sus consecuencias.
Lee también
El principio activo de Ozempic es la semaglutida, que promete revolucionar los tratamientos para la obesidad al ayudar a los pacientes a perder aproximadamente el 15% de su peso corporal, según la Dra. Meera Shah, endocrinóloga de Mayo Clinic.
Es importante recordar que la obesidad también conlleva serias implicaciones para la salud. De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), las personas con sobrepeso u obesidad tienen un mayor riesgo de padecer enfermedades como hipertensión, enfermedad coronaria y accidentes cerebrovasculares.
Efectos secundarios comunes y su impacto
Los efectos secundarios más frecuentes de Ozempic incluyen náuseas, dolor abdominal, estreñimiento, diarrea y vómitos. Estos problemas gastrointestinales son comunes a los medicamentos de la clase GLP-1, a la cual pertenece Ozempic, según el fabricante Novo Nordisk.
Aunque muchos pacientes experimentan una mejoría de estos síntomas con el tiempo, alrededor del 10% de los usuarios abandonan el tratamiento debido a efectos persistentes. Además, la conexión entre el intestino y el cerebro puede agravar estos problemas gastrointestinales, influyendo negativamente en la salud mental de los pacientes.
Laurie A. Keefer, psicóloga de la salud del Monte Sinaí, destaca que los síntomas digestivos crónicos y el dolor abdominal pueden llevar a afectar el estado de ánimo y los niveles de energía, lo que a menudo lleva al aislamiento social y al malestar emocional.
Aunque Ozempic ofrece una prometedora opción para la pérdida de peso, es importante que los pacientes y sus médicos evalúen cuidadosamente los beneficios y los riesgos, especialmente en lo que respecto al tratamiento de la obesidad.
Riesgos graves y preocupaciones a largo plazo
Ozempic también presenta riesgos más serios, incluyendo la posibilidad de tumores de tiroides, cambios en la visión, hipoglucemia, insuficiencia renal e incluso cáncer. La Dra. Shah subraya la gravedad de condiciones como la pancreatitis y problemas de la vesícula biliar, que en algunos casos pueden requerir hospitalización.
Recientemente, se han reportado casos de gastroparesia, una condición grave que retrasa el vaciado del estómago, lo cual ha derivado en demandas legales contra los fabricantes por no advertir adecuadamente sobre estos riesgos.
Además, aunque no está documentado en la información oficial de Ozempic, algunos médicos han observado casos de desnutrición debido a una supresión excesiva del apetito, lo que ha llevado a la recomendación de suplementos nutricionales adicionales para los pacientes.
Expertos en trastornos alimentarios también advierten que los supresores del hambre, como la semaglutida, pueden desencadenar o empeorar estos trastornos, los cuales no se resuelven únicamente con la pérdida o el aumento de peso.
Además, la comunidad médica aún desconoce los efectos a largo plazo de Ozempic cuando se utilizan específicamente para la pérdida de peso, ya que faltan estudios clínicos exhaustivos que evalúen su impacto en el cuerpo tras años de uso.
Esta información no sustituye en ningún caso al diagnóstico o prescripción por parte de un médico. Es importante acudir a un especialista cuando se presenten síntomas en caso de enfermedad y nunca automedicarse.