Los meses de vacaciones escolares han concluido y con ellos también el programa del Verano Joven del Ayuntamiento de Zamora. Tras finalizar el pasado viernes el último taller de emociones para niños de seis a once años es hora de hacer balance. La concejala de Educación y Formación, Juventud y Patrimonio del Ayuntamiento de Zamora, Sara de la Higuera, está satisfecha con el desarrollo del programa y ese balance positivo viene avalado por las plazas llenas en todos los talleres, el éxito del cine de verano que abarrota la plaza de la Catedral o la animación en las calles y el ambiente festivo que dejó el XVII Festival Hispano Luso de Bandas de Música y Ensembles de Viento. Pero la edil también mantiene su punto crítico y toma nota sobre los aspectos que pueden mejorarse de cara a próximas ediciones. Sara de la Higuera admite en declaraciones a este diario que en el mes de agosto ha habido algunos talleres a los que habían faltado algunos de los niños que se habían inscrito previamente.
Esas ausencias han hecho que en el último taller de emociones, pese a colgar el cartel de «no hay plazas», luego haya habido sillas vacías. Los ausentes no han avisado con antelación que no iban a asistir, tampoco han dado explicaciones de su ausencia ni han presentado justificante de posibles problemas puntuales de última hora que pudieran ser comprensivos con esa falta de asistencia.
Sara de la Higuera, a la izquierda, con participantes en una exposición de fotografía. / Cedida
Aunque existe lista de espera, en muchos casos los que estaban sin plaza ya habían hecho planes para esas fechas y la consecuencia ha sido contar con algún asistente menos de los previstos en algún taller pese a existir demanda suficiente. «Es lo que nos da pena», admite la edil de Juventud, que se plantea por ello, de cara a próximas ediciones del Verano Joven, aplicar algún tipo de penalización para que quien no vaya ni lo justifique ni avise con tiempo, por ejemplo, no pueda apuntarse a otros talleres. Hay que recordar que las actividades programadas son todas gratuitas.
En el balance del Verano Joven 2024, la Concejalía también ha detectado que en los talleres del mes de agosto la demanda afloja un poco respecto a los de julio y especialmente los que tienen una duración de más de una semana, ya que en ocasiones algunas de las semanas se solapan con las vacaciones de los asistentes y por ello únicamente acuden a la mitad de las jornadas del taller. Por ello, el formato semanal se plantea como el más adecuado para los talleres.

Cata de productos y concierto en el Mercado de Abastos con motivo del Festival Hispanoluso de Bandas de Música y Ensembles de Viento. / Miguel Ángel Lorenzo (Archivo)
Entre todos los ofertados se han contabilizado unos 320 participantes en los de niños y jóvenes a los que hay que sumar al menos otra treintena entre los organizados específicamente a través del Festival Hispano Luso de Bandas de Música y Ensembles de Viento por la Banda de Música de Zamora, por lo que en total han sido más de 350 niños y jóvenes los que han disfrutado de talleres estivales. Aunque la oferta de talleres se ha concentrado entre julio y agosto, el Verano Joven arrancó a mediados de junio con la exposición joven de pintura «Salada y Olé» a cargo de la artista Laura Merayo, que ha permitido a la juventud zamorana acercarse a las tradiciones y las mascaradas de la provincia a través del pincel.
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