Los científicos han descubierto que el 12,7% de las especies de peces teleósteos marinos (los más frecuentes) están en peligro de extinción, es decir, cinco veces más que la estimación anterior de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, que era del 2,5%. Nicolas Loiseau y Nicolas Mouquet de la Unidad MARBEC (la Unidad de Biodiversidad Marina, Explotación y Conservación) en Montpellier, Francia, y sus colegas han publicado este preocupante descubrimiento en un estudio publicado en la revista PLOS Biology. El estudio, basado en más de 13.000 especies, incluye casi 5.000 que no tienen asignado un estatus de conservación concreto de la UICN debido a la falta de datos.
La Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN monitoriza más de 150.000 especies para orientar las estrategias globales de conservación para las más amenazadas. Sin embargo, el 38% de las especies de peces marinos (4.992 especies en el momento de esta investigación) se consideran con datos insuficientes y por ello no tienen asignado un estatus de conservación oficial ni disponen de un régimen de protección.
Para dirigir mejor las campañas de conservación, Loiseau y sus colegas combinaron un modelo de aprendizaje automático con una red neuronal artificial para predecir los riesgos de extinción de aquellas especies para las que hay datos insuficientes. Los modelos se entrenaron con datos referidos a 13.195 especies.
Las amenazadas se multiplican por cinco
De este modo clasificaron el 78,5% de estas 4.992 especies como no amenazadas o amenazadas (que incluye las categorías de la UICN en peligro crítico, en peligro y vulnerable). Las especies que fueron clasificadas como amenazadas se quintuplicaron (de 334 a 1.671), mientras que las no amenazadas solo aumentaron en un tercio (de 7.869 a 10.451) en relación a los datos ahora disponibles.
Las especies amenazadas tienden a tener una reducida distribución geográfica, un tamaño corporal grande y una tasa de crecimiento baja. El riesgo de extinción también se correlacionó con los hábitats poco profundos. El mar de China Meridional, los mares de Filipinas y Célebes y las costas occidentales de Australia y Norteamérica aparecen en este estudio como puntos críticos para las especies amenazadas previstas. Por ello, los investigadores recomiendan aumentar los esfuerzos de investigación y conservación en estas áreas.
Los autores avisan sobre «un marcado cambio en las prioridades de conservación después de las predicciones de la UICN sobre especies», y recomiendan que se prioricen las islas del Pacífico y las regiones polares y subpolares del hemisferio sur para tener en cuenta las especies emergentes en riesgo. Muchos peces de los que no se dispone de datos suficientes se encuentran en el Triángulo de Coral, lo que indica que se necesita investigación adicional en esa región.
Los investigadores, por otra parte, admiten que los modelos informáticos no pueden sustituir las evaluaciones directas de las especies en riesgo, pero la Inteligencia Artificial “ofrece una oportunidad única para proporcionar una evaluación rápida, extensa y rentable del riesgo de extinción de las especies”, afirma Nicolas Loiseau.
Loiseau añade: «La inteligencia artificial (IA) permite la evaluación fiable de los riesgos de extinción de especies que aún no han sido evaluadas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Nuestro análisis de 13.195 especies de peces marinos revela que el riesgo de extinción es significativamente mayor que las estimaciones iniciales de la UICN, pasando del 2,5% al 12,7%. Proponemos incorporar los avances recientes en la previsión de los riesgos de extinción de las especies en un nuevo índice sintético llamado ‘estado previsto por la UICN’. Este índice puede servir como un complemento valioso al actual ‘estado medido por la UICN'».
Estudio de referencia: https://journals.plos.org/plosbiology/article?id=10.1371/journal.pbio.3002773
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