Aunque ahora hay más ucranianos abiertos a las negociaciones, en medio del creciente coste de la guerra y la incertidumbre sobre el compromiso de los aliados, la abrumadora mayoría rechaza los ultimátums de Rusia y las concesiones territoriales asociadas a ellos mientras la amenaza de una agresión repetida sigue siendo otro obstáculo.
El 32% de los ucranianos cree que debería buscar negociaciones con Rusia para poner fin a la guerra, dadas las pérdidas que ha sufrido y aún podría sufrir el país, según una encuesta realizada conjuntamente por la Fundación de Iniciativas Democráticas Ilko Kucheriv y el Centro Razumkov de Kiev a mediados de agosto y publicada esta semana. Sin embargo, solo el 9% está dispuesto a reconocer el control de Rusia sobre los territorios ocupados y solo el 20% consideraría renunciar a las aspiraciones a ingresar a la OTAN o a la Unión Europea a cambio de la paz.
«La inmensa mayoría de los ucranianos no está dispuesta a aceptar esos ‘compromisos’, que equivaldrían a una capitulación», comentó a EFE Oleksi Melnyk, experto en seguridad del Centro Razumkov de Kiev. Aunque Rusia está intentando forzar la capitulación provocando «condiciones de vida insoportables» con sus ataques contra el sistema energético y las zonas residenciales, esto no cambiará la actitud de los ucranianos, opina.
Sin confianza en Rusia
Según otras encuestas, muchos ucranianos llevan mucho tiempo abiertos a soluciones diplomáticas y militares para la guerra pero Rusia no se ha mostrado seria a la hora de entablar negociaciones significativas. Aceptar el estatus neutral, así como la concesión del control sobre cuatro regiones ucranianas, además de Crimea, a cambio de un posible alto el fuego es el último ultimátum ruso a Ucrania, expresado por el presidente Vladimir Putin en junio.
«Todo el mundo quiere oír que Ucrania ha llegado a un compromiso pero con Putin no es posible llegar a acuerdos», comentó recientemente el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. «Es inútil cualquier diálogo con Putin, ya que el presidente ruso no quiere poner fin a la guerra por la vía diplomática y pide el 30% del territorio de Ucrania», subrayó Zelenski.
El problema es que Rusia simplemente no acepta su país como nación independiente, opina más del 70% de los ucranianos. Por eso más del 60 % está seguro de que si se firmara una tregua, en breve Rusia volvería a atacar. Rusia ha incumplido una serie de acuerdos con Ucrania, recuerdan varios interlocutores de EFE, lo que significa que no hay confianza en ninguna promesa que pueda hacer.
«El destino de los territorios ocupados y de su población, a los que Rusia trata como colonias, es algo que preocupa», subrayó a Efe Oleksándr Merezhko, diputado del partido Servidor del Pueblo de Volodímir Zelenski. Numerosos informes hablan de una intensa rusificación y de detenciones de los habitantes de las zonas ocupadas considerados «proucranianos».
Los territorios ocupados
Muchos ucranianos dudan de que el país sea capaz de recuperar militarmente todos los territorios ocupados, ya que Rusia está haciendo nuevos progresos en Donetsk. «Es un asunto muy complicado. En este momento, su liberación completa parece una posibilidad muy remota. Sería estupendo que quienes se oponen a cualquier concesión tomaran las armas y ayudaran a detener a los rusos», afirma la voluntaria Yana Statna. Para muchos de los soldados ucranianos con los que ha hablado Efe la defensa en curso sigue siendo el mejor camino para asegurar la independencia del país y evitar que sus hijos tengan que luchar contra Rusia más tarde.
Los ucranianos esperan que su continua determinación se vea acompañada por el compromiso suficiente de sus aliados, que buscan asestar más golpes militares a Rusia y aumentar su aislamiento diplomático. Unas garantías de seguridad serias podrían evitar nuevas agresiones por parte de Rusia, cree más del 60% de los ucranianos. Sin embargo, el 40% de los ucranianos teme que Occidente no siga apoyando a Ucrania durante mucho más tiempo.
La ausencia de garantías fiables, como la pertenencia a la OTAN o la presencia de tropas occidentales en Ucrania, sigue siendo un obstáculo clave para una paz duradera, explica a Efe Anton Grushetski, director del Instituto Internacional de Sociología de Kiev. «Si los ucranianos vieran un apoyo real en forma de suministros más intensos de armas y municiones, y no solo palabras bonitas, eso también podría ayudar mucho», subraya.