Las últimas elecciones catalanas fueron un varapalo para el independentismo. Tras 14 años en el Govern, ha quedado apeado de la Generalitat y ha perdido la mayoría absoluta en el Parlament. ERC se dejó 13 escaños en las urnas, mientras que la CUP pasó de 9 a 4 parlamentarios. Para Junts, el resultado fue algo mejor, ya que creció y fue el partido independentista más votado. Sin embargo, quedó lejos de superar al PSC y no pudo optar a la Presidencia de la Generalitat. Ante este escenario, las tres formaciones independentistas se han visto obligadas a reinventarse y en otoño redefinirán liderazgos y estrategias en sus respectivos congresos. Tres cónclaves con características muy distintas.

Fuente