Las ciudades costeras están en la primera línea de los impactos del cambio climático, por lo que necesitan adaptaciones sustanciales y urgentes a lo que los modelos climáticos prevén para el futuro. Sin embargo, las urbes con litoral marino de todo el mundo parecen estar adaptándose lentamente a los efectos del calentamiento global, según apunta una revisión sistemática publicada en Nature Cities, filial de Nature, la revista científica más citada del mundo.

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