El Gobierno ya tiene decidido cuántos trenes nuevos destinará a renovar la flota del servicio de Rodalies en Cataluña. Transportes prevé incorporar a la flota 109 composiciones de las 309 encargadas en la mayor compra de la historia de Renfe. Esto supone un 35,2% del nuevo pedido, según la cifra aportada por el ministro Óscar Puente durante su comparecencia del jueves ante la comisión del ramo en el Congreso de los Diputados.

De momento, es el único dato que se conoce del reparto a un territorio que concentra el 25% de la red de cercanías española. Fuentes de Renfe y del propio Ministerio consultadas por El Independiente aseguran que esa es la única cifra vigente sobre la entrega del nuevo material, que también llegará a regiones como Madrid, Murcia, Asturias, País Vasco o Cantabria. Puente prometió en un desayuno informativo en enero que la de la región presidida por Isabel Díaz Ayuso se renovará «por completo en 24 meses».

Algunos de ellos -reveló Puente- ya están saliendo de talleres y la previsión es que se entreguen a razón de dos al mes hasta 2028. Renfe firmó con los fabricantes Alstom y Stadler contratos de 3.119 millones para comprar 280 trenes de gran capacidad (225 de 100 metros y 55 de 200 metros). Además, la guipuzcoana CAF ensamblará otros 29 trenes también para cercanías por 192 millones.

Puente reveló el dato en una comparecencia parlamentaria en la que el el portavoz de la formación independentista Junts per Catalunya, Isidre Gavin, denunció el «maltrato» hacia Cataluña en lo relativo a las inversiones que recibe en materia ferroviaria. «Si ustedes no corrigen esta dinámica crónica de hace muchos años en los Presupuestos, no van a poder contar con nosotros para aprobarlos», amenazó.

Precisamente, el futuro traspaso integral de Rodalies a la Generalitat que se enmarca en el pacto con ERC para la investidura como presidente de Salvador Illa le ha abierto un nuevo frente al titular de Transportes. El Comité General de Empresa del grupo Renfe (SEMAF, CCOO, UGT, CGT y SF) solicitó el miércoles la constitución de la mesa de Conflictos Laborales, el paso previo a la convocatoria de una huelga.

Acusan a la empresa y al ministerio de haber incumplido lo pactado en noviembre para abortar los paros convocados entonces y lamentan no haber obtenido respuesta a las misivas enviadas al Ministerio, Renfe y Adif a principios de este mes, en las que se pedían aclaraciones sobre los procesos de Rodalies y la búsqueda de un socio industrial privado para la división de Mercancías.

«Nuestro objetivo es trabajar conjuntamente para encontrar soluciones satisfactorias para todas las partes. Si se constituye la mesa, por supuesto, compartiremos nuestros planteamientos con los representantes sindicales», se limitan a señalar desde la operadora pública que preside Raül Blanco.

Durante su comparecencia, Puente reconoció que la disponibilidad media del parque de la empresa pública es de un 80%. Es decir, que dos de cada diez trenes están parados por avería o labores de mantenimiento.

Además, subrayó que «parte de la flota ha alcanzado el fin de su vía útil, de 30 o 40 años», lo que acaba generando «problemas en un contexto de crecimiento de dos dígitos de pasajeros», al que contribuye la política de abonos gratuitos del Gobierno para los servicios de Cercanías y Media distancia.

En relación a esa obsolescencia, Puente remarcó que desde 2008 no entraba un tren nuevo de Cercanías en la compañía pública y que desde 2010 no recibía uno nuevo de alta velocidad. Desde 2019, la operadora tiene un marcha un Plan de Renovación de Flota que supondrá la renovación de aproximadamente la mitad de los trenes dedicados a Obligaciones de Servicio Público (OSP).

Al margen de los 309 citados por el ministro, Renfe también ha invertido 287 millones de euros en la adquisición de 31 trenes para la red de Ancho Métrico, los del polémico contrato que se llevó por delante al presidente de Renfe Isaías Táboas y a la ex secretaria de Estado de Transportes y expresidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera. También adquirió también a CAF seis trenes alpinos para renovar el antiguo material de la línea Madrid-Cercedilla.

Según Renfe, ese cambio de material rodante incrementará la fiabilidad de los trenes y contribuirá a reducir el nivel de incidencias. Asimismo, mejorará la eficiencia energética de de la compañía e incrementará la seguridad en el sistema ferroviario. Más allá de cercanías, la inversión global de la empresa supera los 5.500 millones de euros para la fabricación de 436 trenes, la remodelación de otros 57 trenes y el ensamblaje de 50 locomotoras.

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