El Real Zaragoza encadenó en Anduva su quinto partido seguido sin marcar desde que el Mirandés volvió al fútbol profesional en 2019. No es el campo del cuadro burgalés la especialidad del conjunto zaragocista, que no gana desde que César Láinez firmó un triunfo vital para la permanencia en la 16-17 con una diana de Ángel. Después, tres derrotas, por 2-0 en la 21-22 y en la 22-23 y por 1-0 en la 20-21, y tres empates, sin goles en el curso pasado y en el actual y con un 1-1 con la diana anotada por James Igbekeme en un partido que aplazó primero la lluvia y en el que el Zaragoza, también dirigido por Víctor Fernández, marcó por última vez en ese campo.
Así, el equipo zaragocista suma casi 500 minutos (485 en concreto), sin ver puerta en un terreno que parece más pequeño que otros, aunque no lo es, y en un estadio más propio de categorías más inferiores y donde el zaragocismo siempre responde (1.600 seguidores ayer). Pese a eso, el balance liguero en ese escenario no es bueno desde que ambos equipos se encontraron en Liga en 2013 por primera vez, unos duelos que en otro tiempo solo se dieron en Copa, con el Zaragoza eliminando con algo de suerte al cuadro jabato en la 03-04 donde levantó el título.
En Liga, sin embargo, en 10 visitas, ha ganado dos partidos por la mínima (el otro lo logró en la 13-14 con tanto de Roger) ha empatado cinco y ha perdido tres.