Un agente de la Guardia Civil ha salvado la vida este viernes en Melilla de un bebé de 10 meses que presentaba insuficiencia respiratoria, inconsciencia y rigidez corpórea, después de que su madre pidiera ayuda al ver el estado del niño.
En una nota de prensa, el instituto armado ha relatado que los hechos tuvieron lugar en el acceso peatonal del puesto fronterizo de Beni-Enzar, el único habilitado en la ciudad autónoma con Marruecos, cuando una mujer, con su bebé en brazos, pidió auxilio a los agentes de servicio porque su hijo estaba inconsciente.
Inmediatamente, el agente de la Guardia Civil comprobó que el bebé no respondía, se encontraba rígido y con problemas de respiración, por lo que lo situó en posición de seguridad y le realizó un masaje pectoral y en la espalda, al tiempo que le daba leves golpes con el fin de devolver la consciencia y activar el ritmo cardíaco, con lo que logró su estabilización.
Al lugar se desplazó una ambulancia medicalizada, cuyos servicios médicos se hicieron cargo del pequeño, que fue trasladado al Hospital Comarcal de Melilla, confirmando los especialistas técnicos que “la rápida actuación del agente de la Guardia Civil fue vital para el bebé”.