«Los talibanes han impedido mi voz, mi rostro, mi mirada y mi presencia. Ven y sé mi voz por última vez y di: Mujeres, vida y libertad». Un grupo de activistas mujeres afganas ha mostrado su desafío colgando vídeos en internet en las que aparecen las mujeres cantando, un desafío al régimen talibán que las silencia.

Estos cánticos de las mujeres afganas es una medida como protesta a esta última medida de los talibanes. En lo que muchas mujeres están difundiendo en redes sociales su imagen con cánticos que piden libertad, otras en cambio, aparecen con el rostro cubierto.

Las mujeres afganas denuncian la nueva ley que estipula la prohibición de que se escuchen sus voces en Afganistán

«Nuestra voz no es Aurat (privada) y tentadora, tus ojos fabrican tentaciones» o «mi rostro no es tentación, tus ojos fabrican tentaciones«, son algunas de las proclamas que canta una decena de mujeres en estos vídeos publicados en internet.

Las mujeres pronunciaron estas frases mientras sostenían carteles con el rostro tachado del líder supremo de los talibanes, el mulá Hibatullah Akhundzada, que acabaron partiendo por la mitad.

«Los talibanes han impedido mi voz, mi rostro, mi mirada y mi presencia. Ven y sé mi voz por última vez y di: Mujeres, vida y libertad», se escucha en otro fragmento.

Las mujeres activistas afganas piden que todas las mujeres del mundo griten contra la prohibición de los talibanes

En los últimos tres años, tras la retirada de Estados Unidos, el régimen talibán de Afganistán ha adoptado de hecho medidas para restringir gravemente las libertades personales. Lo ha hecho interviniendo principalmente en los comportamientos considerados «inmorales». 

Durante este período, más de 13.000 personas han sido detenidas por cargos relacionados con la moralidad, lo que ha contribuido a crear un clima de intimidación y miedo. El reciente decreto emitido por el gobierno talibán representa una de las pocas leyes publicadas oficialmente en los últimos tres años, debido a la interpretación tradicional de la sharia, que a menudo no exige la codificación formal de las normas.

La ley relativa al Ministerio de la Virtud y Vicio, fue ratificada por el Emirato Islámico de Afganistán, como se denomina el régimen de facto de los talibanes, confirmaron fuentes oficiales de los talibanes.

La ley de 35 artículos contiene cuatro capítulos que abordan cuestiones como el velo integral o hiyab para mujeres, la vestimenta de los hombres, y regulaciones de los medios de comunicación.

En el artículo que se refiere al hiyab, la norma establece como necesario que las mujeres afganas se cubran el rostro y el cuerpo para evitar «causar tentación», y evitar el sonido en público o de la voz en alto de mujeres, incluyendo cantar, recitar, o hablar frente a micrófonos.

Asimismo, prohíbe a los conductores transportar mujeres adultas sin un tutor masculino legal. «La implementación de la sharia y el hiyab es nuestra línea roja. No podemos negociar con nadie sobre estos asuntos», dijo en una reunión con las autoridades el ministro de la Virtud y el Vicio, Mohammad Khalid Hanafi.

El fenómeno musical en protesta difunde un poema de Nadia Anjuman

Es ante ello que las mujeres afganas piden que todas las mujeres del mundo griten contra la prohibición de los talibanes. Desde el inicio del régimen, unas hermanas afganas han desafiado a los talibanes bajo el burka.

Se ha convertido en un fenómeno musical sin identidad, pero reconocidas por difundir el poema de la difunta Nadia Anjuman, escrito en protesta contra la primera toma de poder de los talibanes en 1996. «Nuestra lucha comenzó bajo la bandera de los talibanes y contra los talibanes», dice la hermana más joven.

Mujeres afganas transcurren por Kabul, en Afganistán /EFE

Varias voces se alzaron para apoyar a las mujeres en los últimos días. El movimiento Purple Saturdays (Sábados Morados, en inglés) calificó la legislación como «un signo de la inflexibilidad de los talibanes, que están restringiendo más aún los derechos de los afganos y, específicamente, de las mujeres».

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, también se pronunció el pasado 23 de agosto: «Rechazamos totalmente la llamada ley para la propagación de la virtud de los talibanes en Afganistán, que busca silenciar a las mujeres afganas. Condenamos toda vulneración de los derechos humanos y las libertades fundamentales de las mujeres y las niñas».

La situación educativa también es alarmante. Las aulas han cerrado sus puertas a niñas y jóvenes, y la posibilidad de acceder a la educación se ha vuelto un sueño lejano. Las mujeres afganas enfrentan una disminución significativa en su participación en la vida pública, en el ámbito laboral y en cualquier intento de igualdad. Heather Barr, de Human Rights Watch, advierte que estas medidas tendrán un impacto devastador, dificultando el acceso de las mujeres a la educación superior y restringiendo su libertad de movimiento, especialmente para aquellas que intentan escapar de la violencia doméstica.

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