La inflación de la eurozona se relajó en agosto. El Índice de Precios de Consumo se situó cuatro décimas por debajo, en el 2,2%, lo que supone, además, el menor nivel desde julio de 2021, según la estimación publicada por Eurostat, la oficina de estadística de la Unión Europea (UE).

Por componentes, los servicios registran la tasa anual más alta, con un encarecimiento del 4,2%, frente al 4% de julio. Por detrás se colocan los alimentos, alcohol y tabaco, que suben un 2,4%, frente al 2,3% del mes anterior, y los bienes industriales no energéticos, que moderan su subida al 0,4% desde el 0,7%.

Por el contrario, el coste de la energía se abarató un 3% después de la bajada del 1,2% que registró en julio.

Entre los países, Bélgica (4,5%), Estonia (3,4%) y Países Bajos (3,3%) tuvieron las tasas de inflación anual más altas de la eurozona. Mientras, las menores subidas de precios se dieron en Lituania (0,7%), Letonia (0,9%) y Eslovenia, Finlandia e Irlanda (todas 1,1%).

En cuanto a la inflación subyacente, aquella que excluye el impacto de la energía asó como de los alimentos, el tabaco y el alcohol, la tasa se modera una décima, hasta el 2,8%.

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