El estado de Florida ejecutó este jueves al reo Loran Kenstley Cole, condenado por el asesinato, en 1994, de un estudiante universitario, después que la Corte Suprema de EEUU negara un último recurso para detener la máxima condena.
Cole, de 57 años, fue ejecutado mediante inyección letal y declarado muerto a las 18:15 hora local (10:15 GMT) en la prisión estatal de Florida en Raiford.
Los abogados de Cole habían impugnado los procedimientos de inyección letal con el argumento de que la administración del cóctel de medicamentos de Florida «muy probablemente le causará dolor y sufrimiento innecesarios» debido a los síntomas causados por el Parkinson que padecía. No obstante, el máximo tribunal se negó a detener la ejecución, la primera del año en Florida y la 13.ª en la nación. Cole no tuvo últimas palabras antes de ser ejecutado, según informó USA Today.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, firmó la sentencia de muerte en julio pasado después de que Cole fuera sentenciado por torturar y asesinar al estudiante John Edwards, de 18 años, en un bosque donde había acampado con su hermana, a la que el asesino violó.
En febrero de 1994, Edwards y su hermana, Pam Edwards, de 21 años, instalaron su campamento en el Bosque Nacional de Ocala, donde conocieron a Cole y a William Paul, según un informe judicial. Cole y Paul alejaron a Edwards y a su hermana del campamento, los atacaron brutalmente y robaron. Cole le cortó luego la garganta a Edwards, agredió sexualmente a la hermana y la dejó atada a unos árboles antes de que pudiera escapar y llamar a la Policía. Los asesinos se dieron a la fuga en el automóvil de los hermanos.
El hombre que estaba con Cole, William Paul, quien se declaró en el juicio culpable de asesinato en primer grado, actualmente cumple una condena de cadena perpetua.
La ejecución fue la novena ejecución que se realiza en Florida durante el mandato del gobernador DeSantis, quien sacó adelante una reforma judicial que permite la mayoría simple, y no la unanimidad, para la imposición de la pena capital en este estado. Según el Departamento de Correcciones de Florida, 105 personas han sido ejecutadas por ese estado desde 1979.
El pasado viernes la Corte Suprema de Florida rechazó una apelación de Cole, en la que también argumentó que su ejecución debía ser bloqueada porque sufrió abusos en un reformatorio administrado por el estado donde, durante décadas, los niños sufrieron golpes y violaciones.