Los investigadores del ‘caso Negreira’ rastrean el destino final de los más de 7,5 millones de euros que el FC Barcelona pagó a la mujer del exnúmero 2 de los árbitros, José María Enríquez Negreira, y a su hijo Javier Enríquez Romero a través de sus sociedades entre 2001 y 2018. En un informe presentado en el Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona, la Guardia Civil ha encontrado pagos directos del Barça a Concepción D.H, empleada de las sociedades Nilsad y Dasnil 95.
En concreto fueron cuatro facturas entre 2005 y 2006 por valor de 35.555 euros y que se ingresaron en la cuenta bancaria de esta empresa. «Eslas transferencias se justificaron como el pago de una serie de facturas de la sociedad Soccercam SL», de la que es titular Javier Negreira al Barça. Para la Guardia Civil «esta operación carece de coherencia, ya que no existe ninguna relación de dependencia, comercial, mercanlil ni profesionaI entre esta empresa y Concepción D.H, ni entre el FC Barcelona y esta persona, que pudiera justificar dichos pagos».
El informe policial detalla que «la utilización de cuentas bancarias de personas físicas (mulas económicas), o de sociedades interpuestas, sin relación alguna con los beneficiarios reales de fondos, para recibir pagos, y transferirlos posteriormente a otras cuentas o retiramos en efectivo, percibiendo una comisión por dicho servicio, es una práctica habitual utilizada por ciertas mercantiles y organizaciones».
La Guardia Civil remarca que se recibieron ingresos directos del Fútbol Club Barcelona en una ccuentaen la que José María Enríquez Negreira «figura como autorizado» y su empleada como titular. Añaden que «no se ha podido determinar si este fue un hecho aislado o si el FC Barcelona realizó más transferencias o pagos a través de estas cuentas.
Los agentes consideran que se debería investigar las cuentas asociadas a las de la empleada de Negreira así como las de José M. A., un amigo del exnúmero 2 de los árbitros. Los dos se encargaban de acudir periódicamente al banco a sacar dinero en efectivo que entregaban a José María Enríquez Negreira.
En su declaración ante la Agencia Tributaria de febrero de 2022, Enríquez Negreira explicó que los cheques de sus sociedades iban al banco a cobrarlos estas dos personas y se los entregaban a él. Sobre José M.A., Enríquez Negreira dijo que «no era empleado, era un amigo personal que me hacía el recado para no ir yo. El dinero me lo quedaba yo».
Este hombre declaró que no sabía el total cobrado en el banco entre 2016 y 201, pero que no lo sabía, ya que no guardaba documentación. «Yo era un mensajero, me decían ves a cobrar este cheque. Los importes no pasaban nunca de 3.000 euros. Podría ser cada día o cada mes, días durante este periodo. Los cobraba a cuenta de la empresa, no tenía nada que ver. El dinero no era para mí.”
«Alterar la competición»
Ante esta información, el juez Joaquín Aguirre ha ordenado al Banco Santander y a Caixabank que informen sobre las 10 cuentas corrientes que tienen estas entidades tanto la empleada como el amigo de los Negreira. Se les reclama que expliquen movimientos de fondos entre 2003 y 2018 con los cobros de cheques incluidos para determinar dónde fue a parar el dinero. Además, deben indicar al juzgado si disponen de cajas de seguridad.
En su auto, el Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona recuerda que el Barça pagó más de 7 millones de euros a lo largo de 18 años a los Enríquez «con la excusa de que emitieran unos informes sobre actuaciones arbitrales». Sin embargo, detalla que la Guardia Civil concluye su informe de que esos informes «no existieron realmente tales informes por lo que, considera este magistrado, la finalidad de los pagos tenía que ser otra. A este magistrado no se le ocurre ninguna otra razón convincente que la de alterar la competición deportiva nacional (La Liga o Copa del Rey) en la que participaran el FC Barcelona».
El magistrado añade que la Guardia Civil estudió las cuentas de las sociedades de la familia Enríquez para determinar «si se hubiera cometido un delito de blanqueo de capitales». Tras el análisis, los investigadores concluyen que Enríquez Negreira presuntamente «había desviado unos tres millones de euros a la cuenta de su actual pareja», quien está acusada de este delito de blanqueo en el procedimiento.
También se «ha detectado «que el FC Barcelona efectuó ciertos pagos directos» en una cuenta que Negreira figura como autorizado y su empleada como titular y que esta trabajadora y un amigo del exnúmero 2 de los árbitros sacaron dinero en efectivo o en cheques del banco durante muchos años.
«A la vista de los claros indicios de criminalidad relativos a la comisión de un delito de corrupción en el deporte, como señaló la Audiencia Provincial de Barcelona, y otro independiente de blanqueo de capitales procede emitir» mandamientos a los bancos para conocer las cuentas de estas dos personas. El juez aduce que se debe «continuar la investigación relativa al modo y forma en que el FC Barcelona efectuó los pagos al investigado Enríquez y la forma en que este los pudo haber ocultado». Hay seis meses más de investigación para averiguarlo.