El grupo húngaro Ganz-Mavag (Magyar Vagon), tras el veto del Gobierno de España por cuestiones de seguridad nacional, ha comunicado a la CNMV la retirada de la opa por el fabricante español de trenes Talgo, tal como ha adelantado El Correo. Además, esta marcha atrás también se produce después de que este jueves la Comisión Europea haya avalado la decisión del Ejecutivo.

La decisión, tomada esta misma tarde en Budapest por el consejo del consorcio, deja el camino libre a un nuevo ofertante, aunque la compañía no descarta volver a lanzar una nueva opa en el futuro por el fabricante de trenes español. También tiene previsto mantener una estrategia judicial contra la decisión del Gobierno español de vetar su intento de compra, ya que consideran que tal decisión no se ajusta a derecho.

La opa que Magyar Vagon lanzó en abril sobre Talgo consistía en un precio 5 euros por título, y valoraba el grupo español en 620 millones de euros. Contaba con el visto bueno de los accionistas del fabricante ferroviario español, pero contó con las reticencias del Gobierno desde su lanzamiento, hasta que en el último Consejo de Ministros aprobó el veto a la misma aludiendo a «riesgos insalvables para la seguridad nacional y el orden público».

El veto del Gobierno

El Gobierno vetó la oferta de Magyar Vagon sobre Talgo tras los informes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) que advertían de un riesgo para “la seguridad nacional” por la conexión rusa de Magyar Vagon. Para el CNI resultó clave que el primer acercamiento a la empresa española llegara del fabricante ferroviario DJJ, que hasta 2022 estaba controlado por capital ruso y que tras la invasión de Ucrania pasó a manos de Magyar Vagon.

Además, tras esta opa hay varios directivos estrechamente ligados al Gobierno de Viktor Orbán, que no ha dudado en defender en varias ocasiones y públicamente a Vladimir Putin. Así como que la oferta está respaldada por el fondo estatal Corvinus, que ignoró las sanciones para apoyar al banco ruso internacional Investment Bank (IIB).

El Gobierno ha defendido que «Talgo es una empresa estratégica dentro de un sector clave para la seguridad económica, la cohesión territorial y el desarrollo industrial de España». Para justificar su negativa a la operación, desde el Ejecutivo también se han apoyado en la aplicación «de la normativa vigente en nuestro país en materia de control de inversiones exteriores y con pleno respeto al Derecho comunitario y las competencias de la UE sobre inversiones extranjeras directas, protección del mercado interior y la libre circulación de capitales».

Bruselas respalda el veto del Gobierno

Este mismo jueves, tras el veto que anunció el Gobierno el pasado martes, Bruselas lo ha avalado abiertamente. La portavoz de la Comisión Europea, Francesca Dalboni, ha explicado en una rueda de prensa que se trata de una prerrogativa de los Estados miembros adoptar este tipo de decisiones. 

La portavoz europea ha recordado que los tratados de la Unión Europea permiten restringir la libertades de mercado único, como la libertad de establecerse y el libre movimiento de capitales alegando motivos de seguridad pública. «Las medidas deben estar justificas y ser proporcionales al objetivo que persiguen», ha añadido Dalboni. Precisamente el Ejecutivo ha argumentado su veto a la opa de Magyar Vagon por motivos de «seguridad nacional» y «orden público» en base a un informe que habría elaborado el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) en el que, aparentemente, habría encontrado una vinculación entre Magyar Vagon, el grupo Ganz-Mavag Europe, el Gobierno húngaro de Viktor Orban y el ruso de Vladimir Putin. Un informe que, no obstante, ha sido calificado como «información clasificada» por el Ejecutivo y del que no se conocen más detalles. 

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