Verlo para creerlo. El campeón de Roland Garros y Wimbledon. Quince partidos seguidos invicto en Grand Slam. Lloró la plata de los Juegos Olímpicos de París, destrozó la raqueta en su camino a la derrota contra Gael Monfils en Cincinnati. Aquello fue más que una rabieta temporal. Esa frustración denotaba una desazón que se ha confirmado en el US Open.
Carlos Alcaraz sufrió un descalabro monumental. Por inesperado y por cómo se gestó y confirmó. Cuartofinalista en 2021, campeón en 2022, en su primer triunfo de los cuatro ‘grandes’ que atesora, semifinalista en 2023. En la presente edición se encalló en segunda ronda.
Es su peor resultado en Grand Slam desde que obtuviera ese resultado en el Open de Australia y Wimbledon 2021, cuando estaba debutando en este tipo de eventos. Desde entonces no perdía, además, en tres sets.
Se marchó de Nueva York pidiendo perdón, porque más de 20.000 espectadores empujaron al murciano, 21 años y nº 3 mundial, con la esperanza de que hallara la fórmula de una gesta que no se dio. Cayó 6-1, 7-5 y 6-4 en 2h.19′ ante el neerlandés Botic Van de Zandschulp, 28 años y nº 74 mundial.
Está siendo una temporada muy exigente para Carlos Alcaraz, que pasó de la tierra de Roland Garros a la hierba de Wimbledon, para volver a la arcilla parisina por los Juegos, donde la derrota ante Novak Djokovic en la final hizo daño. Muchos esfuerzos, casi más emocionales que físicos, y la cabeza del murciano no dio esta vez para más.
No halló esa marcha más. Quiso sonreír, conectar con el público, desdramatizar la situación, pero sin alegría porque no había energía. Abrió la opción del milagro recuperando en el tercer set para 3-3, pero no se lo creía porque se sentía vacío. Aportó lucha por el honor, pero sin convicción.
Hacía falta alguna ayuda, pero Van de Zandschulp vivió una noche mágica. Estuvo iluminado. Soberbio. El 6-1 en 30 minutos para empezar le dio la tranquilidad necesaria para desarrollar su mejor tenis. Y tiene mucho saque y una derecha que rebasa.
Nunca ha remontado Carlos Alcaraz un marcador de 0-2. Tampoco lo logró en la octava ocasión. Es un duro varapalo, ya que rompe muchos objetivos. Desde el propio US Open a un número uno mundial que se complica mucho. El italiano Jannik Sinner tomará más distancia, el alemán Alexander Zverev le superará y es posible que no retenga la tercera plaza, que se la arrebaten Novak Djokovic o Daniil Medvedev.
Necesita aire Carlos Alcaraz, cuya siguiente parada sería en Valencia para la fase final de grupos de la Copa Davis, del 10 al 15 de septiembre. Toca cargar baterías, renovar ilusiones para no caer en el error del curso pasado, cuando se desinfló en la parte final del curso.