El cierre del mercado de fichajes ha acaparado casi todos los focos en las últimas horas, pero la competición liguera continúa y para el Valencia y el Villarreal lo hace con un derbi autonómico en Mestalla en el que hay muchas cosas en juego a pesar de tratarse únicamente de la cuarta jornada. A la cita, ambos equipos llegan en situaciones prácticamente opuestas. El equipo de Rubén Baraja, firmando hasta ahora uno de los peores arranques de liga en la historia del club, afronta el choque colista, con cero puntos en el casillero tras tres compromisos y ya con la sensación de que ganar, o al menos sumar los primeros puntos, es urgente. Por orgullo, porque se trata de un derbi y porque, aunque la temporada es larga, comenzar dejando tanto terreno con la zona tranquila de la tabla no es un buen augurio.
El Villarreal, por su parte, llega a Mestalla con la moral por las nubes tras un prometedor inicio de campaña que le ha situado segundo, con siete puntos en el casillero habiendo desplegado probablemente el fútbol más atrevido y divertido de Primera División. El Submarino, eso sí, está obligado a ir solventando sus problemas defensivos si quiere seguir dando pasos firmes conforme avance el curso. Hasta ahora son seis goles encajados en solo tres partidos, pero los ocho goles anotados, el que más de la categoría, han contrarrestado por el momento la principal asignatura pendiente de Marcelino.
Un derbi siempre es un partido especial. Uno de esos que en la mayoría de ocasiones no entiende dinámicas, rachas o niveles actuales. A eso, y al fortín de Mestalla, es a lo que se acoge el Valencia para vencer al Submarino y dar un golpe encima de la mesa que le permita retomar el vuelo antes de que siga complicándose la vida. Como ejempo a seguir, el precedente del curso pasado en el que el equipo de Baraja superó al Villarreal ya entrenado por Marcelino por tres goles a uno. Si bien es cierto que ahora el partido llega en un contexto muy distinto.
En cualquier caso, el Valencia necesita hacerse fuerte en casa y lo debe hacer espoleado por el mejor Pepelu, que está de enhorabuena tras haber sido convocado por la selección absoluta por primera vez, y liderará un once titular que podría volver a sufrir modificaciones mientras Baraja sigue buscando la tecla para empezar a sumar. Marcelino, por su parte, podría continuar con las rotaciones en su equipo, ya que Logan Costa apunta a formar pareja con Albiol en el eje de la defensa. Gueye podría entrar en la medular por Parejo y el descanso de Álex Baena, que disfruta de un periodo vacacional tras un verano isn descanso, propiciaría la titularidad de Ilias Akomach. Ademlas, la lesión de Gerard y la salida de Danjuma cambiará la pareja de atacantes, entrando en el once Ayoze y el joven delantero francés Barry, que ya marcó la pasada jornada en su debut tras una gran actuación.
60 ‘kilos’ de diferencia
El mercado de fichajes ha sido un buen indicador de la abismal diferencia que existe entre ambos clubes. La inversión del Submarino es de 62 millones de euros entre sus 10 incorporaciones, mientras que la del Valencia es de 1,35 millones, 1,2 millones en Rioja y 150 mil en la cesión de Dani Gómez, contando sus ocho incorporaciones. El Valencia es el vigesimosexto equipo con mayor inversión este verano, superado incluso por ocho equipos de Segunda y un filial de Primera RFEF.
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