La Justicia de Francia ha dejado en libertad provisional a Pavel Durov, uno de los fundadores de Telegram, que ya formalmente imputado será sometido a una serie de controles judiciales que le impedirán por ejemplo abandonar el territorio francés.

Durov, con nacionalidades rusa y emiratí, permanecía detenido desde el sábado, cuando fue detenido tras aterrizar en su avión privado en un aeropuerto de las afueras de París. Se le acusa de permitir la comisión de diversos delitos vinculados al crimen organizado a través de la aplicación de mensajería, una de las más populares del mundo.

En concreto, la Fiscalía de París le ha imputado doce delitos, relativos a la difusión de imágenes pornográficas de menores o el tráfico de drogas, entre otros contenidos. Los investigadores galos le reprochan además que no haya colaborado con las autoridades para interceptar comunicaciones, según un comunicado oficial recogido por ‘Le Monde’.

Tanto el Gobierno de Rusia como el de Emiratos Árabes Unidos han solicitado acceso consular al acusado. El presidente galo, Emmanuel Macron, publicó el lunes un mensaje para descartar que la detención de Durov fuese «una decisión política» y defender la independencia del poder judicial.

Con casi mil millones de usuarios en todo el mundo, Telegram se ha situado como una alternativa a las plataformas de mensajería estadounidenses, funcionando al mismo tiempo como una red social gracias a sus canales públicos que pueden acumular cientos de miles de suscriptores.

Es en algunos de estos canales donde las autoridades han puesto el foco debido al contenido ilegal que ofrecen, desde material audiovisual pirateado, tráfico de drogas, blanqueo de capitales y pornografía infantil.

Emiratos Árabes Unidos y Rusia, cuyas ciudadanías ostenta Durov, se han puesto en contacto con las autoridades franceses para poder tener acceso consular.

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