Ha contestado a algunas preguntas sueltas de los periodistas que siguen su campaña. Ha hablado con algunos de los creadores de contenido e influencers invitados por los demócratas a la convención de Chicago. Lo que no había hecho la vicepresidenta Kamala Harris desde que recogió el testigo de la nominación presidencial tras la renuncia de Joe Biden el 21 de julio es sentarse a una entrevista en profundidad con un periodista tradicional, algo que ha desatado críticas, especialmente afiladas de Donald Trump y los republicanos. Pero prometió hacerlo antes de que acabara agosto y el momento ha llegado.
Durante su gira de campaña en autobús por Georgia, un estado bisagra fundamental que Harris ha logrado poner en juego, la candidata se sienta con Dana Bash, la principal periodista política de CNN. La entrevista, que graba al mediodía en Savannah, se emitirá en horario de máxima audiencia a las 9 de la noche (3 de la madrugada en la España peninsular). Y Harris no la concede sola, sino junto a Tim Walz, su candidato a vicepresidente.
Ese extremo, así como el hecho de que no haya ofrecido ni convocado una rueda de prensa, ha provocado que los republicanos redoblen sus ataques e incluso se mofen de Harris y múltiples voces conservadoras le han acusado directa o indirectamente de cobardía, un extremo que también subrayan por contraste, con Trump y J. D. Vance intensificando sus apariciones ante los medios.
Elise Stefanik, la republicana de más alto rango en la Cámara de Representantes, ha tildado de “absolutamente inaceptable” que realice la entrevista de forma conjunta con el gobernador de Minnesota y ha llegado ha decir que es “ofensivo para todas las mujeres”.
En respuesta, los demócratas han desempolvado la larga lista de entrevistas televisadas de candidatos presidenciales junto a sus números dos, una tradición que han seguido también republicanos, incluyendo el propio Trump con Mike Pence.
Una prueba
La entrevista en CNN es vista, en cualquier caso, principalmente como examen y reto para Harris antes de su debate, el 10 de septiembre, con Trump. Rompe los momentos muy preparados y controlados que han marcado su carrera desde el 21 de julio, que culminaron con la convención en Chicago, un evento donde todo está medido y calculado.
Ante Bash, y por primera vez desde su nominación, la candidata se expone a la posibilidad de preguntas incómodas o que le obliguen a dar explicaciones sobre propuestas programáticas que hasta ahora han sido muy escasas en detalles. También puede esperarse que haya interrogantes sobre cambios de posiciones en temas como inmigración, sanidad pública o ‘fracking’.
Para Harris la entrevista representa, a la vez, la oportunidad de reafirmar su visión y su propuesta y, a la vez, de proyectar una nueva imagen que entierre fantasmas. Porque su desempeño ante la prensa nunca ha sido particularmente destacable y quedó especialmente tocado en 2021, menos de medio año después de llegar a la vicepresidencia, cuando tuvo una pobre actuación en una entrevista en NBC concedida en Guatemala cuando Lester Holt le inquirió sobre por qué no había visitado la frontera sur con México cuando ya estaba a cargo de atajar los problemas raíces que laten tras la emigración desde Centroamérica.
Su nerviosa respuesta a la defensiva, que incluyó decir que tampoco había visitado Europa, fue ampliamente explotada por sus críticos y por los republicanos y contribuyó a que Harris redujera su exposición a la prensa, temerosa en parte de impactar negativamente a la Administración y en parte de debilitarse ella misma.
Críticas a CNN
Los republicanos han criticado también la elección de la cadena y la periodista, sugiriendo que CNN es parcial y anticipando que Bash puede no ser suficientemente inquisitiva. La corresponsal y presentadora política, no obstante, tiene una amplia trayectoria e incluso fue aplaudida por Donald Trump por su desempeño durante el debate del 27 de junio del republicano con Biden, donde ella fue moderadora junto a Jake Tapper.
El candidato republicano, de hecho, ha recordado ese papel de Bash en el debate en un mensaje en Truth Social en el que ha instado a la periodista a hacer una entrevista «justa pero dura» a Harris y Walz, a los que ha vuelto a insultar.
Bash ya ha entrevistado en el pasado a Harris, incluyendo en su primera entrevista tras la llegada a la Casa Blanca como vicepresidenta o la primera después de que el Tribunal Supremo derogara la protección constitucional del aborto.