El capitán del buque retenido en el Puerto de Las Palmas por navegar bebido afronta su expulsión de la naviera para la que presta servicios, según fuentes portuarias conocedores del caso.
Se trata de un buque portacontenedores pequeño que realiza operaciones de cabotaje nacional con los puertos de La Luz y de Santa Cruz de Tenerife, con conexiones de transporte a la Península y Portugal, país bajo cuya navega en la actualidad.
El buque, que lleva el nombre del pintor barroco Frans Hals, tiene capacidad para llevar 700 TEU (contenedores de 20 pies), con 134,40 metros de eslora, 23,50 de manga y casi 10.000 GT (tonelaje bruto o volumen interior).
Problemas de seguridad
Al margen de sus dimensiones, el barco causó un problema de seguridad importante el pasado 20 de agosto, mientras se disponía a realizar la maniobra de atraque en la terminal de Opcsa del Puerto de Las Palmas, hasta el punto que los prácticos tuvieron que alertar a Capitanía Marítima y ésta a la Guardia Civil.
La prueba de alcoholemia confirmó las sospechas de las autoridades marítimas de Las Palmas. El capitán del portacontenedores, de nacionalidad ucraniana, no solo manejaba el buque ebrio, sino que sobrepasaba con creces la tasa legal permitida.
Dio 1,13 mg/l de alcohol en aire espirado, según la Guardia Civil, cuando el Real Decreto 269/2022, que regula los títulos profesionales y de competencia de la Marina Mercante, establece los 0,25 mg/l como límite legal.
Sanción de 75.000 euros
Ese comportamiento, aparte de comprometer la seguridad y el tráfico marítimo en la dársena capitalina, constituye una infracción administrativa, con una sanción de 75.000 euros conforme al régimen sancionador estipulado en el artículo 308.2e del Real Decreto Legislativo 2/2011, de 5 de septiembre.
Además de la multa, que se encargará de tramitarla Capitanía Marítima y la Guardia Civil, el capitán beodo se enfrenta a la pérdida de su puesto de trabajo. La naviera le ha abierto expediente por varias faltas graves y, aunque aún está abierto el periodo de alegaciones, todo indica que el resultado final será la expulsión de la compañía para la que cubre la ruta de transportes con la Península.
Retenido
El buque estuvo retenido dos días por Capitanía Marítima en el Puerto de Las Palmas como medida preventiva, pues el estado de embriaguez del capitán derivó en dificultades para llevar a cabo la maniobra de atraque, una operación compleja debido a los 134 metros de la embarcación, que se vio agravada por el rumbo errático del barco al acercarse al muelle.
Con el objetivo de mitigar los riesgos potenciales para la tripulación y para otros navegantes, tras el positivo en alcoholemia, Capitanía Marítima inmovilizó el buque como medida preventiva para garantizar la seguridad dentro del recinto portuario, aunque la naviera reemplazó al capitán indispuesto con celeridad. El portacontenedores acaba de hacer escala en Vigo y se dirige a Gijón.
Durante la intervención, las operaciones portuarias continuaron ejecutándose de manera segura en La Luz.
El mensaje lanzado por las administraciones implicadas es claro: hay que mantener los estándares de seguridad y vigilancia en los puertos, especialmente en situaciones críticas que pueden amenazar la integridad de las instalaciones y el bienestar de las tripulaciones.