El hipotiroidismo es una alteración que se produce en la glándula tiroides y que tiene como una de sus más evidentes consecuencias que la persona afectada empieza a engordar, incluso si no ha cambiado nada en su régimen alimenticio o hasta si se encuentra siguiendo una dieta.
La razón del hipotiroidismo se encuentra en un trastorno que afecta a la glándula tiroides, ubicada en la parte anterior del cuello. Esta alteración hace que produzca menos hormonas tiroideas de las necesarias (de ahí el nombre «hipo», que significa por debajo). Y como esta hormonas son las encargadas de controlar las reacciones metabólicas…
Pero la consecuencia de esta enfermedad no se limita al peso corporal, y su peor síntoma no es que engordemos, sino que produce una amplia variedad de síntomas entre los que destacamos:
- Aumento de peso
- Cansancio y fatiga
- Dificultad para tolerar el frío
- Dolor en las articulaciones y los músculos
- Piel seca o cabello seco y ralo
- Períodos menstruales abundantes o irregulares
- Ritmo cardíaco lento
- Depresión
- Problemas de fertilidad
Pero aunque es indiscutible que la escasez de estas hormonas engorda, antes de empezar hay que dejar claro que la causa del aumento de peso en individuos con hipotiroidismo no siempre está asociada con aumento de exceso de grasa.
Es más, la mayoría del aumento de peso que ocurre en el hipotiroidismo es debido a una acumulación excesiva de sal y agua.
Por eso es raro que el hipotiroidismo produzca un aumento masivo de peso. Y en general, podemos atribuir a la tiroides un incremento de peso de entre 3 a 5 kilogramos.
El sistema endocrino y el hipotiroidismo
El sistema endocrino está formado por varias glándulas, como la tiroides, encargadas de producir hormonas, que son unas moléculas que, una vez liberadas en la sangre, se dirigen a los distintos órganos y tejidos del cuerpo para controlar funciones tan dispares como el desarrollo, el crecimiento o el estado de ánimo.
Entre las glándulas encargadas de producir y segregar estas hormonas están:
- La glándula pituitaria
- Las paratiroideas
- Las glándulas adrenales
- El timo
- Y, probablemente la más conocida, la tiroides.
La glándula tiroides está situada en la parte delantera del cuello, sobre la tráquea y debajo de la nuez y tiene forma de mariposa.
- A pesar de su pequeño tamaño, unos 5 centímetros de diámetro, tiene un papel fundamental en la regulación del metabolismo o la temperatura corporal, entre otras cosas.
A pesar de su pequeño tamaño, unos 5 centímetros de diámetro, tiene un papel fundamental en la regulación del metabolismo o la temperatura corporal, entre otras cosas.
La alteración en la producción de estas hormonas puede suponer un problema para la persona que lo sufre.
Una de estas alteraciones es el hipotiroidismo, un cuadro clínico que como explican desde el Servicio de Endocrinología del Hospital Universitari Sagrat Cor se deriva de una reducida actividad de la glándula tiroides, es decir, cuando esta glándula no produce suficientes hormonas, afectando al equilibrio de las reacciones químicas en nuestro cuerpo.
Tal y como explican los especialistas;
“Las hormonas que produce la glándula tiroides son:
- La triyodotironina (T3)
- La tiroxina (T4).
La síntesis de estas hormonas está regulada por la hormona estimulante del tiroides (TSH), secretada en la hipófisis, y tienen como misión fundamental regular las reacciones metabólicas del organismo.
Estas hormonas influyen en el control de las funciones vitales como por ejemplo la temperatura corporal y la frecuencia cardíaca”.
¿Qué causa el hipotiroidismo?
Este déficit en la producción de hormonas puede ser provocado por diferentes causas, entre ellas, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) destaca:
- Padecer una enfermedad tiroidea autoinmune conocida como la tiroiditis crónica linfocitaria o tiroiditis de Hashimoto. Se trata de un trastorno en el que el sistema inmunitario produce anticuerpos que atacan los propios tejidos, involucrando en ocasiones a la glándula tiroides.
- También puede deberse a que al paciente le haya sido extirpada la glándula tiroidea.
- Puede aparecer como consecuencia de haber recibido radioterapia en la zona del cuello.
- Fármacos que alteran los niveles de hormonas.
- Hipotiroidismo congénito.
¿Cómo identificarlo?
Es muy probable que alguien pueda sufrir hipotiroidismo sin saberlo ya que los síntomas, si aparecen, son muy distintos e inespecíficos.
Es más, en muchas ocasiones este problema no se detecta salvo cuando se realiza una analítica rutinaria.
A pesar de ello, los endocrinos del hospital Universitari Sagrat Cor detallan que cuando la tiroides no funciona correctamente puede causar los siguientes síntomas:
- Aumento de peso o dificultad para perderlo.
- Sensación de cansancio y abatimiento.
- Intolerancia al frío.
- Estreñimiento.
- Piel seca.
- Fragilidad de las uñas.
- Hinchazón de la cara o las extremidades.
- Debilidad o dolores musculares.
Mediante un análisis de sangre y las pruebas de niveles de TSH el médico podrá determinar si se padece este trastorno.
Además, en España se realiza el cribado de hipotiroidismo congénito en todos los recién nacidos mediante la prueba del talón.
¿Cómo se trata el hipotiroidismo?
Aunque no es una patología grave, sí es conveniente tratarla para evitar complicaciones como:
- El aumento de glándula tiroides (bocio)
- Problemas cardiacos o infertilidad.
En el caso de los niños y adolescentes, esta falta de producción de hormonas puede afectar al crecimiento.
Una vez diagnosticado, a través de una analítica que mida los niveles hormonales, el tratamiento es sencillo:
Consiste en la administración diaria y en ayunas de la hormona tiroidea vía oral, con un seguimiento médico mediante analítica ajustando la dosis si procede.
Salvo determinadas excepciones, el hipotiroidismo es una condición crónica, lo que obliga a tomar tratamiento de por vida. No obstante, con la dosis adecuada los pacientes hipotiroideos no van a desarrollar limitación alguna para sus actividades y pueden seguir una vida normal.