Durante su visita a la frontera libanesa, tras una reunión informativa con el Comando Norte de las Fuerzas de Defensa de Israel, el primer ministro Benjamin Netanyahu declaró que uno de los principales objetivos del gobierno es garantizar el regreso de los residentes desplazados por los recientes enfrentamientos.

Netanyahu afirmó: “Hace unos días, logramos frustrar un ataque sorpresa de Hezbolá contra Israel, destruyendo miles de cohetes de corto alcance que estaban dirigidos a Galilea y al Golán”. El ataque masivo de Hezbolá, que tuvo lugar el domingo por la mañana, incluyó el lanzamiento de 230 cohetes y 20 drones hacia territorio israelí.

El primer ministro también subrayó que Israel logró detener todos los drones que amenazaban la seguridad del país y resaltó que las acciones preventivas contra un ataque anticipado a Tel Aviv fueron “un gran éxito”. Sin embargo, Netanyahu aclaró que “esto no es suficiente” y añadió que “este no es el final de la historia”.

El fin de los enfrentamientos, según el primer ministro, llegará cuando Israel logre restablecer la seguridad y permitir el retorno de los residentes desplazados a sus hogares. “Este no es un simple eslogan, es un objetivo nacional primordial. Estamos comprometidos a lograrlo y lo haremos, con su apoyo y la ayuda de Dios”, aseguró.

Desde el inicio de las hostilidades entre Israel y Hezbolá, que comenzaron tras el ataque del grupo terrorista Hamás en el sur del país el 7 de octubre, cerca de 70.000 residentes del norte de Israel siguen sin poder regresar a sus hogares.

En respuesta a las declaraciones de Netanyahu, Benny Gantz, ex ministro del gabinete de guerra y actual líder del partido Unidad Nacional, manifestó su desacuerdo. Gantz afirmó que las palabras del primer ministro no se ajustan a la realidad y calificó la afirmación de priorizar el retorno de los desplazados como ”una mentira».

Gantz criticó al gobierno por no haber incluido el regreso de los desplazados entre los objetivos principales de la guerra. Según él, se evitó discutir la reasignación de recursos hacia el norte del país durante meses y acusó al gobierno de haber perdido tiempo valioso.

Además, el exministro señaló que el gobierno sigue desconectado de la realidad que enfrentan los residentes del norte y criticó a Netanyahu por sus visitas a la región sin reunirse directamente con los afectados ni con los líderes de las autoridades locales.

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