La administración Biden impulsó un muelle temporal para enviar ayuda a Gaza, a pesar de las reservas de USAID sobre la efectividad de esta medida frente a los cruces terrestres.

Biden priorizó ayuda humanitaria en Gaza con muelle temporal de 230 millones

A principios de este año, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ordenó la construcción de un muelle temporal con el fin de entregar ayuda humanitaria a Gaza. A pesar de que algunos empleados de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) advirtieron sobre las dificultades de llevar a cabo este proyecto y su posible impacto negativo en los esfuerzos para persuadir a Israel de abrir cruces terrestres más eficaces, se continuó con la construcción. Así lo revela un informe del inspector general de USAID publicado recientemente.

Durante su discurso sobre el Estado de la Unión en marzo, Biden hizo oficial su plan de utilizar este muelle temporal para agilizar la entrega de ayuda al territorio palestino, afectado por la guerra entre Israel y Hamás. Sin embargo, el proyecto, conocido como Sistema Conjunto de Logística Marítima (JLOTS) y con un costo de 230 millones de dólares, tenía una vida útil prevista de tan solo 20 días. En julio, las organizaciones humanitarias abandonaron el proyecto debido a los continuos problemas climáticos y de seguridad que restringieron la entrega de alimentos y suministros.

El informe del inspector general destaca que miembros de USAID manifestaron su preocupación de que el uso del JLOTS podría desviar la atención de la importancia de los cruces terrestres, que son métodos más probados y eficientes para transportar ayuda. No obstante, una vez que el presidente emitió su orden, USAID centró sus esfuerzos en maximizar la eficacia del JLOTS.

Proyecto JLOTS en Gaza tuvo éxito limitado por problemas logísticos

En el momento en que Biden anunció el plan del muelle flotante, las Naciones Unidas informaban de que casi la totalidad de los 2,3 millones de habitantes de Gaza enfrentaban dificultades para acceder a alimentos, con más de medio millón en riesgo de hambruna. El objetivo de la administración Biden era que el muelle y la ruta marítima proporcionaran alimentos a 1,5 millones de personas durante 90 días. Sin embargo, solo lograron entregar suficiente ayuda para alimentar a 450.000 personas por un mes antes de cerrar la operación.

Las condiciones meteorológicas adversas, como las altas olas, dañaron el muelle en varias ocasiones. Además, el Programa Mundial de Alimentos de la ONU decidió retirarse del proyecto después de que una operación de rescate israelí utilizara un área cercana al muelle, lo que suscitó preocupaciones sobre la percepción de la neutralidad de sus trabajadores en la guerra. Según un comunicado del portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Sean Savett, a pesar de los desafíos, el proyecto logró “un impacto real” al llevar alimentos a los palestinos necesitados en un momento crítico.

Savett destacó que la administración Biden ha desplegado todos los esfuerzos posibles para que más ayuda llegue a Gaza, y que el muelle temporal desempeñó un papel esencial en este proceso. El informe del inspector general también señala que Estados Unidos no cumplió todos los compromisos asumidos con el Programa Mundial de Alimentos para asegurar su participación en la distribución de suministros desde el muelle.

Ubicación del muelle temporal en Gaza generó desacuerdo con el PMA

Estados Unidos aceptó las condiciones del PMA, que incluían la instalación del muelle en el norte de Gaza, donde la necesidad de ayuda era mayor. Además, se estableció que un país miembro de la ONU sería responsable de la seguridad del muelle, para preservar la neutralidad del PMA en la guerra de Gaza. Sin embargo, el Pentágono decidió finalmente ubicar el muelle en el centro de Gaza, argumentando que ofrecía mayor seguridad tanto para la estructura como para las tropas estadounidenses.

El informe revela que el ejército israelí terminó proporcionando la seguridad necesaria, ya que el ejército estadounidense no logró encontrar un país neutral dispuesto a asumir esa responsabilidad. Los funcionarios del PMA comunicaron al organismo de control de USAID que entendían que la elección del lugar central fue motivada por la necesidad de garantizar una mayor protección.

Un funcionario estadounidense, que prefirió no ser identificado, indicó que las preocupaciones expresadas por los empleados de USAID respecto a la potencial interferencia del proyecto con los esfuerzos de ayuda más amplios se manifestaron desde el inicio. En respuesta, USAID incrementó su personal para manejar simultáneamente las operaciones del muelle y las rutas terrestres, buscando equilibrar ambos enfoques en la distribución de ayuda.

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