Misión imposible. En esto se ha convertido poder alquilar una vivienda para los jóvenes canarios, que no pueden arrendar un piso ni siquiera destinando el 100% de su salario a ello. Pero va más allá, aunque derivasen íntegramente sus sueldos a pagar las rentas todavía les seguiría faltando dinero, ya que el coste de un alquiler medio en el Archipiélago es 410 euros superior al sueldo de un joven en las Islas. Una circunstancia que convierte el deseo de emancipación de muchos en un sueño totalmente inalcanzable.
El objetivo de convertirse en inquilino de una vivienda se ha alejado todavía más para la juventud canaria en los últimos años. Los alquileres han experimentado un ascenso vertiginoso. En apenas doce meses, los arrendamientos han sufrido un alza del 13% en la comunidad. Alquilar un piso en la provincia de Las Palmas cuesta de media 1.087 euros y en Santa Cruz de Tenerife, un precio similar, 1.078 euros. Una renta mensual que es inviable afrontar con unos ingresos de 8.043 euros en todo el año, o lo que es lo mismo, 670 euros al mes, que es lo que perciben de media quienes tienen entre 18 y 25 años en el Archipiélago, de acuerdo con los datos de la Agencia Tributaria para el año 2022, el último para el que hay datos.
Pero no es que la juventud canaria no pueda acceder a un piso tipo –de media las propiedades que hay en el mercado tienen entre 50 y 60 metros cuadrados– sino que sus ingresos tampoco son suficientes para pagar ni siquiera un estudio. En Canarias el precio de estos minipisos asciende a 970 euros al mes en el caso de la provincia tinerfeña y se queda en 884 euros en la de Las Palmas. Con lo que con sus ganancias anuales tampoco podrían acceder a estos inmuebles.
La situación no es mucho mejor para quienes tienen entre 26 y 35 años. Su salario medio asciende a 1.363 euros mensuales, con lo que una vez abonada la renta tan solo les sobrarían 283 euros para sufragar el resto de los gastos como los suministros de la vivienda, la alimentación o el transporte. Una perspectiva muy poco halagüeña, ya que con la subida de los precios es altamente improbable que se pueda llegar a final de mes con este escaso margen de gastos.
Si quisieran ir a vivir solos, estos jóvenes tendrían que invertir casi el 80% de sus ingresos en la vivienda. Y eso optando por un piso medio, ya que si se quiere disponer de algunos «lujos» como que esté amueblado, tenga ascensor o plaza de garaje el precio se dispara todavía más.
Por eso, la única alternativa para muchos a la hora de embarcarse para vivir de forma independiente es optar por alquilar una habitación. Una fórmula de arrendamiento que cada vez es más habitual en el Archipiélago y que si bien antes solo era escogida por aquellos que estaban todavía realizando sus estudios, hoy se ha extendido a personas de más edad, que ya han accedido al mercado laboral, pero que ni siquiera trabajando pueden pensar en vivir solos en un piso que no sea compartido.
El coste medio para alquilar una habitación en Canarias ronda los 393 euros, con lo que los ingresos de 670 euros mensuales de los más jóvenes que trabajan tampoco es muy boyante en estos casos. Tras pagar la renta, al inquilino solo le quedan 277 euros para hacer la compra o pagar las facturas, desterrando otro tipo de gastos que se tornarían imposibles como comprar ropa o invertir en algo de ocio. Los jóvenes de más edad –aquellos que tienen más de 26 años– sí que podrían permitirse alquilar una habitación sin demasiados sobresaltos. Destinarían menos del 30% de su salario a pagar la mensualidad y todavía les quedaría bastante margen para sufragar otro tipo de gastos fijos, viajar o ahorrar. Todo eso si consideramos que compartir piso, en la mayoría de las ocasiones con personas extrañas, una vez se ha pasado la treintena es normal y una experiencia vital más y no es fruto de la profunda crisis habitacional que viven las Islas.
Aun con todo, los jóvenes canarios son los segundos del país con una mayor tasa de emancipación. De acuerdo con el Observatorio del Consejo de la Juventud de España, un 20% de los que tienen entre 18 y 29 años vive fuera del hogar familiar. El mejor dato desde 2014. Pero tiene truco. No es porque los canarios tengan mayores facilidades para acceder a una vivienda que en el resto del país, sino porque la situación demográfica y geográfica del Archipiélago empuja a esta situación. Muchos jóvenes de las islas no capitalinas se trasladan a Tenerife o Gran Canaria es estudiar y una vez los terminan no regresan a casa y continúan viviendo por su cuenta, normalmente en hogares compartidos. Por otro lado, Canarias tiene un mayor porcentaje de personas jóvenes extranjeras, principalmente de la Unión Europea, que suelen emanciparse antes que quienes han nacido en la región.
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