Desde la salida de Thibaut Courtois en 2018, el Chelsea se ha forjado un problema de 200 millones de euros. El conjunto ‘Blue’ es el que más ha gastado en arqueros en los últimos seis años y ni aun así ha logrado cubrir la marcha del belga. El fichaje de Mike Penders, que llega por 21 millones de libras, supone la novena incorporación en la portería en los últimos seis años, es decir, desde que Courtois se fue al Real Madrid.

El belga, Guante de Oro de la Premier League en 2017, se marchó al club Blanco después de una última temporada floja en el Chelsea y este creyó sustituirle con creces con Kepa Arrizabalaga, por el que se abonaron 81 millones al Athletic Club, precio récord por un arquero. Ese curso 2018-2019, el Chelsea arrancó con Rob Green, el argentino Willy Caballero y Kepa, como gran estrella.

Sin embargo, el vasco, que en su primera temporada ya tuvo un lío importante con el técnico italiano Maurizio Sarri, cuando no quiso ser sustituido en los últimos minutos de la prórroga de la final de la Copa de la Liga, nunca fue del agrado de Frank Lampard, que llegó un año después.


La llegada de Kepa no solucionó la ausencia de Courtois

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Esto hizo que el Chelsea pagara en el verano de 2020 24 millones por Edouard Mendy, del Stade Rennais, que no tardó en quitarle la titularidad a Kepa y conquistar la Liga de Campeones encajando solo dos goles en la fase eliminatoria. También llegó en calidad de tercer portero Marcus Betinelli, gratis desde el Fulham.

El camerunés fue titular en la temporada 2020-2021 y en la 2021-2022, antes de que un bajón en el estado de forma devolviera la titularidad a Kepa, que venía de jugar solo once partidos en dos campañas. En el verano de 2022, el Chelsea pagó nueve millones por Gabriel Slonina.

La 2022-2023 fue la última de Kepa en el Chelsea hasta la fecha, porque se espera que en las próximas horas formalice su cesión al Bournemouth, y no fue suficiente para que los ‘Blues’ se conformaran con él. En el verano siguiente ficharon a Robert Sánchez, por 23 millones, y a Djordje Petrovic, por 16 millones, y el español jugó 16 partidos y el serbio 23.

La prueba más clara de que ninguno se asentó como titular es que, de cara a esta campaña, el Chelsea ha vuelto a acudir al mercado para reforzar la portería. En Stamford Bridge han aterrizado Filip Jorgensen, por 23 millones, y Penders, por 21, y a estos se suman Lucas Bergström y Eddie Beach, del filial.

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Estas cifras convierten al Chelsea en el club de Europa que más ha gastado en porteros, con un total de 196,59 millones, y si, incluso, se restara la compra de Kepa (81 millones), seguiría siéndolo. El siguiente equipo en gasto en la portería es el Arsenal, con 92,8 millones en seis porteros. En cifras totales, el Chelsea también es el club de Europa que más porteros ha comprado, con nueve, uno más que el Eintracht de Fráncfort.



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