Pese al dolor y sin retirar la mirada del visor de sus cámaras, un puñado de profesionales ha llevado a cabo en Canarias durante las tres últimas décadas el duro papel de poner luz y taquígrafo al miedo, la desesperación e incluso la muerte que la migración trae al Archipiélago desde el continente africano.
«Ojos que no ven, corazón que no siente». Pocas veces sirve un refrán para describir con tanta exactitud el importante trabajo que sobre la migración en Canarias han realizado los fotoperiodistas en las Islas durante los últimos treinta años, profesionales cuya labor ha resultado crucial para, a través de sus imágenes, trasladar a la ciudadanía la dura realidad del drama migratorio en el Archipiélago.
Fuerteventura acoge hoy la inauguración de la muestra fotográfica ‘La Ruta Canaria, 30 años de migración y muerte’
Cadáveres de adolescentes flotando en charcos de apenas 20 centímetros de profundidad en la Isla de Lobos; pateras encalladas sobre las piedras de una orilla rodeadas de ropa, chancletas y pequeñas bolsas con restos de comida; bañistas en la playa de La Tejita dando agua a los desfallecidos ocupantes de un cayuco llegados a la costa tinerfeña a plena luz del día; la desesperada mirada de un hombre mientras espera que lo rescaten del mar tras el naufragio de la embarcación donde trataba de alcanzar el Archipiélago; voluntarios de Cruz Roja en el muelle de Arguineguín corriendo con el cuerpo de un bebé en parada cardiorrespiratorio entre sus manos; puertos atestados de migrantes en El Hierro, Gran Canaria o Lanzarote; personas durmiendo en el exterior del centro de internamiento Las Raíces (Tenerife)…
Sería imposible enumerar en sólo una página -y en dos, y en tres, y en cuatro…- las imágenes que hasta hoy y desde la llegada a Canarias en agosto de 1994 de la primera patera han captado los fotógrafos en las Islas, un material que se puede repasar a partir de este miércoles en la exposición La Ruta Canaria, 30 años de migración y muerte, que inauguran en el Museo Faro de La Entallada, en Fuerteventura, Fernando Clavijo, presidente del Gobierno canario, y Lola García, máxima responsable del Cabildo majorero.
Compuesta por una selección de fotos realizadas en las Islas a lo largo de tres décadas por fotoperiodistas dotados de una especial sensibilidad como Andrés Gutiérrez, de El Día y LA PROVINCIA; Desirée Martín, Moisés Mendoza, Gelmert Finol o, entre otros, Arturo Rodríguez, también perviven en la retina de quienes habitan el Archipiélago las instantáneas que sobre este tema realizaron prestigiosos profesionales como Quique Curbelo, José Carlos Guerra -también profesional de LA PROVINCIA y El Día-; Ángel Medina y, por citar a alguno más, Juan Medina, que en 2004 ganó el premio World Press Photo por la imagen de un naufragio en las Islas.
«Lo que ocurrió ese día fue similar a lo que ha estado ocurriendo durante años, y lo que seguirá ocurriendo», vaticinó hace dos décadas Juan Medina, testigo junto a un amplio número de fotógrafos de este asunto que, pese al lógico dolor y pena que les provoca retratarla, siguen realizando asumiéndola como parte de su labor y un vehículo para trasladar la dramática situación de sus protagonistas.
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