Poco más de un año lleva encarcelado en Tailandia Daniel Sancho, desde el 3 de agosto de 2023. Mientras esperaba el juicio y la sentencia contra él por el crimen de Edwin Arrieta, ha hecho deporte y ha leído mucho.
Fuentes próximas al joven español explicaron al canal de sucesos de Prensa Ibérica que Sancho se leyó de cabo a rabo todo el sumario de su caso, el 118/2566. De ahí que tuviera una participación tan activa en el juicio que se celebró contra él en la Corte de Koh Samui.
Más de setenta libros
En estos doce meses, además, Sancho ha leído más de setenta libros. Algunos en inglés, los cogía de la pequeña biblioteca de la cárcel de Koh Samui; otros se los enviaba desde España su abuela paterna, a la que está muy unido.
Ochenta páginas
Pero el principal proyecto que Sancho ha puesto en marcha desde la cárcel tailandesa es un libro en el que va a contar su historia, su verdad. Daniel Sancho lleva ya escritas más de ochenta páginas de ese libro, una especie de true crime donde cuenta con detalle su historia, su relación con Edwin Arrieta y lo que ocurrió en el bungalow de Ko Pha Ngan donde éste murió y Sancho le descuartizó.
En el libro, que podría convertirse incluso en una futura serie de televisión, se incluye también la dura experiencia de pasar por una cárcel tailandesa.
El libro está inacabado y pendiente de la sentencia y la condena contra él, que se conocerá este jueves. Entonces Sancho sabrá dónde terminará de escribirlo y si tendrá mucho o poco tiempo para hacerlo.
La versión de Sancho fue adelantada por el canal de investigación y sucesos de Prensa Ibérica. El joven declaró ante el juez que Arrieta murió de manera accidental el 2 de agosto de 2023. Argumenta que en el bungalow de Tailandia donde ambos fueron para estar solos, él trató de romper su relación con Arrieta, pero el cirujano colombiano se negó violentamente a aceptar su decisión, y que incluso trató de agredirlo sexualmente.
Entonces se habría iniciado una violenta pelea entre los dos, tal y como recoge el informe de la policía tailandesa, en la que, siempre según la versión de Daniel Sancho, Arrieta le habría golpeado y mordido.
Se golpeó en el baño
Sancho entonces habría empujado y golpeado a Arrieta, que finalmente cayó y se golpeó con la cabeza contra uno de los muebles del cuarto de baño de la habitación, lo que le habría originado la fractura del hueso occipital del cráneo y causado la muerte.
Fue después, según ha confesó Sancho, cuando troceó el cuerpo, lo metió en bolsas y lo arrojó en varios contenedores y en el mar.
«Sierra para cortar cocos»
Como avanzó este medio, la defensa del joven presentó un informe con indicios que demostrarían que, al contrario de lo que sostienen la policía y la fiscalía de Tailandia Sancho no premeditó el crimen. El documento, firmado por los criminólogos Carmen Balfagón y Ramón Chippirrás, señala que Sancho «fue improvisando» en sus actos inmediatamente anteriores y posteriores a la muerte de Arrieta.
Aseguran por ejemplo que si el joven hubiera planeado el asesinato, hubiera comprado una sierra «más eficaz» para desmembrar luego el cuerpo de la víctima y no la sierra para «cortar madera» que adquirió un día antes del suceso para, según él, «cortar cocos».
Dejó el pasaporte
Además, Sancho alquiló una motocicleta en Ko Pha Ngan el 31 de julio y, para ello, «dejó todos sus datos personales, incluyendo nombre, apellido y número de teléfono móvil». También su pasaporte original. Algo que nunca hubiera hecho si hubiera planificado el crimen, según los criminólogos.
En apenas unas horas se sabrá si el tribunal de Koh Samui ha creído sus argumentos y condena a Sancho a una pena de tres años de cárcel o lo aboca a la cadena perpetua o la pena de muerte.