Patera desaparecida el 31 de julio. Salida de Tipazza, 14 personas argelinas (12 varones, 1 mujer y un niño). Naufragio en Aguas Internacionales. Localizado en Villajoyosa el cadáver de un hombre. El resto desaparecidos. Salieron en una neumática con motor 40/60.
Patera desaparecida el 12 de julio. Salida de Argel, 16 personas subsaharianas –entre ellas varios niños y mujeres-. Sin noticias.
Patera desaparecida el 30 de junio. Salida de Boumerdes, 18 personas (15 varones, una mujer y dos niñas). Tras 9 días a la deriva son rescatados. Dos hombres murieron por el camino, sus cuerpos fueron arrojados al mar.
Es el negro historial de las oenegé que trabajan a pie de playa en la ruta argelina de pateras, la que se extiende desde el litoral del país hacia la costa este española (Alicante, Almería, Murcia y Baleares). Esta ruta, controlada por unas mafias pateristas que se asientan en el sur de la Comunidad Valenciana, según una investigación de la Guardia Civil, acumula el 70% de las muertes rumbo a la península. Hombres, mujeres y niños que se disuelven sin dejar más rastro que el dolor de sus familias. En cinco años, unas 2.000 personas han muerto o desaparecido en esta ruta.
Según datos de varios expertos en migraciones contrastados con los del colectivo Caminando Fronteras, hay unas 181 personas muertas o desaparecidas en 2024. De estas, solo se ha podido comprobar el fallecimiento de 56. Del resto no se tiene noticias, a pesar de que estas entidades trabajan en contacto directo con las familias, que no saben nada de ellos desde que se embarcaron en la patera, ni tampoco la Guardia Civil ni Policía Nacional. Son, en cierta forma, muertes no confirmadas.
En el primer semestre del año pasado fallecieron 102 personas en esta misma ruta, lo que quiere decir que las muertes han aumentado un 31% de un año para otro, mientras que las llegadas lo han hecho un 10%.
Hawaladares y pateras taxi
La ruta argelina es una de las tres principales hasta España, por detrás de la canaria y por delante de la del mar de Alborán. Los trayectos son simples; la embarcación tiene como destino la capital española más cercana.
Los principales puntos de salida hacia Murcia son Orán y Mostaganem. Tipazza o Chlef suelen embarcarse hacia Alicante. Y las pateras que parten de la capital Argel o Boumerdes, más al norte, acostumbran intentar llegar a Baleares.
Los cerebros de las mafias de pateras de la ruta argelina se hacen llamar «hawaladares» y se asientan en Alicante. Son personas interpuestas entre Argelia y España que «contratan» las travesías, compran las embarcaciones y sus motores de gran caballaje e incluso ayudan a los patrones que tienen problemas a volver al país africano. En concreto, son los financiadores de estas redes de tráfico de personas. Algunas embarcaciones son tan potentes que se les denomina ‘pateras taxi’, ya que son capaces de hacer varios viajes en una noche Así lo concluye una reciente investigación de la Guardia Civil.
La distancia mínima de la travesía es de unos 160 km, y suelen tener entre 5 y 6 metros de eslora y dos de manga, con motores de 60 a 140 caballos de potencia. La Guardia Civil destaca la alta peligrosidad de la ruta, al ser el Mediterráneo un mar cerrado y por la saturación de las embarcaciones (con entre 15 y 20 personas a pesar de que el máximo es 10). Por eso, según explican, los naufragios son «cada vez más habituales» y «los cadáveres aparecen en la costa varios días después de tener conocimiento o ser alertados de ellos» El precio más común por esta travesía oscila entre los 2.000 y los 4.000 euros, en función de la embarcación lenta o rápida, aunque puede ser hasta de 9.000.
Recientemente, la Unidad contra Redes de Inmigración y Falsedades Documentales (UCRIF) encarceló a tres acusados de ser los patrones de dos de las cinco pateras que llegaron hace dos semanas a Teulada y Benitatxell. Durante ese fin de semana desembarcaron más de 50 personas. En cada embarcación rescatada se buscan indicios de algún patrón o persona que haya organizado el viaje y, en caso de encontrarlo se está usando la mano dura como medida disuasoria, con el encarcelamiento inmediato y juicios que tarden muy poco en celebrarse.
El fenómeno «Harraga»
«Harraga» es el nombre que reciben los migrantes argelinos que huyen del país para escapar de la miseria. Se ha convertido en un fenómeno social, especialmente entre la juventud del país. Un movimiento que las mafias han aprovechado para ganar dinero con el tráfico de personas. .
Dentro de la ruta se pueden identificar dos zonas, en función de la nacionalidad de los migrados. La primera es la zona del Poniente, que abarca desde el litoral de la capital hasta Adra. Este es «un corredor utilizado por las mafias para introducir inmigrantes de origen marroquí y subsahariano», explica la Guardia Civil. Después está la zona de Levante, que alcanza desde Almería hasta el límite de la región de Murcia, en la que prevalece la llegada de migrantes de origen argelino, aunque también de otras nacionalidades como la palestina, marroquí o bangladesí, pero la que más en auge se encuentra es la siria. Las mafias hacen uso de las redes sociales para beneficiarse del fenómeno Harraga.
Hawaladares de Almería a Cataluña
Algunos de los migrantes que llegan tienen como objetivo final alcanzar Francia, con lo que, tras desembarcar, pueden subirse en un coche de varios organizadores y llegar hasta la frontera de Cataluña tras un pago. Allí, las personas migrantes se quedan solas y deciden emprender a pie rutas para llegar a Francia como la de Portbou, un camino que usaron los republicanos españoles para escapar de la dictadura franquista.
La investigación, de hecho, comenzó tras interceptar a uno de estos organizadores en septiembre de 2021. Ese mismo día llegaron 10 pateras a la costa almeriense (4 de ellas taxi porque retomaron mar adentro tras desembarcar) y desembarcaron 131 migrantes. A las 2:30 de la mañana, varios agentes identificaron a dos ciudadanos argelinos (residentes en Alicante) que afirmaron que iban a pescar.