La Vuelta ya recorre las carreteras gallegas. Galicia será hogar desde este martes de las próximas cuatro jornadas de la tercera grande del ciclismo mundial, que regresa a la comunidad dos años después de ser el final de la edición de 2021, año en el que la meta se ubicó en la compostelana Praza do Obradoiro. Y lo hace con una etapa en cada una de las provincias gallegas, la primera de ellas con Pontevedra como protagonista con 160 kilómetros entre Ponteareas y Baiona.
«Será un homenaje a lo que sería una pequeña gran vuelta a Galicia«. Así resume el director de La Vuelta, Javier Guillén, el paso por Galicia de la ronda española que, en una de sus ediciones más igualadas y emocionantes de los últimos años, tiene la tierra gallega como protagonista esta semana con etapas en Padrón (A Coruña), entre Ourense y Manzaneda y, finalmente, entre Lugo y Os Ancares, además de la de este martes por el sur de Pontevedra. Después de la jornada de descanso en la que el pelotón recuperó fuerzas en Vigo, la caravana La Vuelta se instaló en Ponteareas, única localidad que puede presumir de ser la cuna de tres ganadores de la gran ronda española —Álvaro Pino y los hermanos Delio y Emilio Rodríguez Barros–.
Miles de personas se lanzaron a las calles de la villa del Tea para acercarse a los preparativos de la décima etapa, que tomó la salida oficial a las 13,30 horas tras el protocolario corte de cinta que corrió a cargo del presidente de la Xunta, Alfonso Rueda; la alcaldesa de Ponteareas, Nava Castro, y el presidente de la Diputación de Pontevedra, Luis López. Entre el público que quiso ver de cerca la salida de la carrera en la primera etapa gallega no faltaron rostros conocidos, como el del doble ganador del Goya Luis Zahera, reclamado por varios para fotografiarse mientras saludaba al vencedor del Tour de Francia de 2006, Óscar Pereiro; diseñador del recorrido de este martes.
«A más de un ciclista le sonará por dónde van a ir en el día de hoy«, ha señalado en declaraciones a la agencia Europa Press el exciclista de Mos, en referencia a las similitudes con la etapa del año 2021 que terminó en su localidad natal y que comparte un tramo final de 60 kilómetros «prácticamente calcados» a los de este martes.
Aunque todavía pronto para dejar diferencias definitivas de cara a la clasificación general cuando todavía no se ha alcanzado el ecuador de la prueba, Pereiro sí cree que las cuatro etapas gallegas pueden tener consecuencias, sobre todo de cara al cansancio de los ciclistas en la última semana. «Lo que te deja Galicia es memoria en el cuerpo, desgaste de cara a la última semana», ha apostillado.
Galicia es un «menú» de «bastante dureza ciclista»
La «pequeña gran vuelta a Galicia» presenta, en palabras de Guillén, un «menú» de «bastante dureza ciclista» con recorridos con poco terreno llano que transcurrirá por las Rías Baixas, la Ribeira Sacra, la montaña de Ourense o los Ancares. Por allí pasarán las 3.500 personas que conforman la caravana de La Vuelta entre equipos, organización, cuerpos de seguridad, patrocinadores, proveedores, profesionales de montaje de infraestructuras o medios de comunicación.
Todo ello requiere movilizar entre «22 y 25 hoteles» cada día para todo el personal que acompaña la ronda, un evento, en palabras de su máximo responsable, «muy complejo» de articular porque hay que tener en cuenta «no solo» los efectivos que transitan «por tierra», sino también el «gran movimiento» de helicópteros que hacen posible que durante los próximos cuatro días la geografía gallega se vaya a colar en los hogares de todo el mundo gracias al ciclismo.
Para asegurar que todo transcurre con seguridad, la Guardia Civil despliega un dispositivo de 134 agentes con 59 motocicletas, un helicóptero, diez todoterrenos y otro tipo de vehículos de apoyo. Una tarea que se ve apoyada por la Policía Nacional y los cuerpos de policías locales, así como las agrupaciones de voluntarios de protección civil y otros efectivos.
«Galicia es un terreno muy difícil de controlar»
«Galicia es un terreno muy difícil de controlar», ha resumido el máximo responsable de la ronda española sobre las expectativas a nivel deportivo durante los próximos días, en los que espera que se mantenga «la emoción» que la carrera ha tenido hasta el momento durante la primera semana, de la que ha salido con el maillot rojo de líder el australiano del conjunto Decathon Ben O’Connor.
Entre el pelotón solo hay un gallego, el ourensano Carlos Canal, que, en su primera temporada en el Movistar Team, encara el paso de la carrera por su tierra «muy ilusionado y con muchas ganas». Antes de tomar la partida, el ciclista de Xinzo de Limia (Ourense) atiende a los medios para reconocer que sale a «disfrutar de las carreras de casa» y del «buen tiempo» que acompañará a los corredores en su paso por tierras gallegas. «A seguir dándolo todo», concluye.
«Simplemente, tenéis que ver cómo van a estar las carreteras en el día de hoy. Galicia nunca falla. Aquí hay una cultura ciclista brutal«, ha apuntado Pereiro, que muestra su orgullo «como gallego» del éxito de público que acompañará el tránsito por la comunidad de la prueba ciclista. «Sólo hay que ver la salida de Ponteareas en el día de hoy», ha añadido.
«Si lo hacemos bien y dejamos un buen recuerdo, yo creo que La Vuelta debería estar en Galicia otra vez», asevera Guillén finalmente.