Giorgia Meloni, primera ministra de Italia, tuvo este año un verano relativamente tranquilo, pero ahora su partido, Hermanos de Italia, amenaza con convertir su regreso a la vida pública en algo mucho menos placentero. La razón son unas donaciones que habrían sido hechas por la fundación Alianza Nacional, vinculada a la formación de la mandataria, a grupos neofascistas extraparlamentarios —algunos con miembros condenados por acciones subversivas y agresiones a opositores políticos— y formaciones conectadas al mundo antivacunas.
El caso ha sido destapado por los diarios ‘Repubblica’ y ‘Domani’. En particular, según un documento de 2023 obtenido por estos últimos, la fundación en cuestión habría entregado unos 30.000 euros a Acca Larentia, un grupo que abiertamente apoya a terroristas de extrema derecha y lleva adelante conmemoraciones neofascistas. El objetivo de la donación habría sido permitir que Acca Larentia adquiriese un inmueble en Roma para sus actividades.
Más aún, Alianza Nacional también habría financiado en 2020 a la asociación Vicit Leo, vinculada a Roberto Fiore, exlíder del grupo subversivo Terza Posizione y ahora jefe de Forza Nuova, también condenado por haber asaltado en 2021 a una de las sedes de Roma del principal sindicato del país, la CGIL, durante una marcha contra las medidas antipandemia. En total, según la reconstrucción hecha, Alianza Nacional le habría dado a Vicit Leo una cifra equivalente a unos 33.000 euros.
Oposición en efervescencia
Circunstancias, estas, que han llevado a la oposición italiana a desenterrar el hacha de guerra. «Está cada vez más claro que Hermanos de Italia, el partido de la presidenta Giorgia Meloni, no quiere ni puede enfrentarse a su pasado», ha dicho en esta línea Sandro Ruotolo, experiodista y eurodiputado de la bancada del Partido Democrático italiano. «No es creíble el lavado de imagen que pretende mostrar al partido mayoritario como un moderno partido conservador«, ha añadido.
Uno de los elementos que han alimentado el escándalo ha sido que la propia hermana de Meloni, Arianna, y el vicepresidente del Congreso, Fabio Rampelli, son miembros de Alianza Nacional. Pero no es el único aspecto que ha alimentado las críticas, ya que tanto la fundación como el partido de Meloni comparten el mismo símbolo (una llama).
En su defensa, representantes de Hermanos de Italia han sostenido que la fundación y el partido «son dos entidades distintas». Mientras que, en una entrevista con un diario cercano al actual Gobierno italiano, el presidente de Alianza Nacional ha reconocido que las reconstrucciones periodísticas son verídicas, aunque, según él, eso no implicaría que se hayan cometido irregularidades. De hecho, aseguró que «toda la operación» estaría «plenamente en línea con el estatuto de la fundación» que gestiona.