Al menos 25 personas han muerto y otras 40 han resultado heridas en un bombardeo de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) contra un campamento de personas desplazadas en la capital de la región sudanesa de Darfur Norte, El Fasher, en el marco del conflicto abierto con el Ejército de Sudán.
El objetivo de las RSF ha sido el campamento de Abu Shouk, según han informado fuentes locales al periódico ‘Sudan Tribune’, que señala que este lugar alberga a unas 400.000 personas. También ha quedado parcialmente destruido el hospital de la Policía de Darfur, así como la Escuela Técnica subsahariana.
El Gobierno de Estados Unidos ha celebrado este lunes la reanudación de las entregas de ayuda humanitaria a través del cruce fronterizo de Adré, que conecta Chad con Sudán, entre el Ejército y las RSF, con el objetivo de paliar la situación de hambruna declarada en el campo de refugiados de Zamzam, en la región de Darfur.
El secretario del Departamento de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha señalado que desde Washington también «acogen con satisfacción» las gestiones diplomáticas para reabrir las entregas de ayuda de emergencia a las partes de Darfur afectadas por la hambruna a través de la carretera de Dabá desde Port Sudán. «La lamentable falta de acceso de la ayuda humanitaria a Darfur durante los últimos seis meses ha exacerbado los niveles históricos de hambruna y hambre aguda en todo Sudán, en particular en el campamento de Zamzam», reza un comunicado publicado por la oficina del jefe de la diplomacia estadounidense.
Blinken ha asegurado que «este avance» se debe al «impulso logrado durante las conversaciones» mantenidas este mes en Ginebra (Suiza) con delegaciones de Arabia Saudí, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Naciones Unidas y la Unión Africana. «Llevamos a cabo intensas conversaciones presenciales y virtuales con las RSF y las Fuerzas Armadas sudanesas para aumentar el acceso», ha indicado. «Gracias a este esfuerzo, EEUU y sus socios han conseguido las primeras garantías de las partes beligerantes para un acceso seguro y sin trabas a través del cruce de Adré y la carretera Dabá, lo que podría permitir la entrega de ayuda a casi un millón de personas que ya se enfrentan a la hambruna. Seguimos en negociaciones activas para garantizar el acceso humanitario desde Port Sudán hasta el sur, incluidos los estados de Al Yazira y Sennar», ha manifestado. Tal y como ha expresado, estas tres rutas «aumentarían significativamente el acceso humanitario a partes de Sudán a las que ha sido difícil llegar con ayuda», mientras que más de 25 millones de personas se enfrentan a hambruna aguda y más de diez millones han sido desplazadas de sus hogares. «Es fundamental que la comunidad internacional utilice todas las herramientas a su disposición para aumentar el flujo de ayuda vital hacia y dentro de Sudán», ha instado.
Washington también ha celebrado los compromisos asumidos por las RSF en Ginebra de abstenerse de atacar las entregas de ayuda humanitaria y de agilizar los procedimientos para el acceso de emergencia a alimentos y medicinas, así como el compromiso de adopción de un código de conducta para sus combatientes que incluye una directiva de mando para evitar la violencia contra las mujeres, al explotación en puestos de control y destrucción de cultivos. «Estos nuevos compromisos -que incluyen los ya acordados en la declaración de Yedá y el Derecho Internacional Humanitario- deben reflejarse en las acciones de las tropas de las Fuerzas de Seguridad Revolucionarias de Sudán sobre el terreno, que han cometido limpieza étnica y crímenes contra la humanidad desde el estallido de la guerra contra los civiles sudaneses», ha sentenciado.
Por su parte, la ONU ha confirmado que durante el fin de semana un convoy del Programa Mundial de Alimentos (PMA) cruzó desde Chad a Darfur con 205 toneladas métricas de ayuda alimentaria, que entregarán a 17.000 personas, convirtiéndose así en el segundo convoy que cruza por este paso desde el acuerdo.
La guerra entre el Ejército sudanés y las RSF estalló en abril de 2023 a causa de las fuertes discrepancias en torno al proceso de integración del grupo paramilitar en el seno de las Fuerzas Armadas, situación que provocó el descarrilamiento de la transición abierta tras el derrocamiento del expresidente Omar al Bashir.